Y la mujer salió molesta.
Se notó en la intensidad con la que cerró la puerta, con pasos tímidos y la cabeza baja, la siguieron sus damas de compañía.
Un pesado silencio se hizo presente en aquella sala del castillo.
—Arrogante.—Bufó el príncipe.
—Deberías poner más empeño en la búsqueda de una reina, hermano.—Comentó su hermana.
—Lo haría si me trajeran personas que merezcan la pena. O por lo menos que sean decentes.
La princesa dejó escapar un suspiro.
—Es posible que el rey se moleste cuando lo descubra...
—¿Y? No le tengo miedo.
La dama bajó la mirada.
—Tobio, quiero lo mejor para ti. Y estoy segura de que Oikawa-San e Iwaizumi-San también.—Dijo su hermana mirándolo a los ojos y tomándolo de las manos.
—Gracias, Kiyoko, espero siempre me apoyes.
—Así será.
Las puertas del salón se abrieron de par en par, dos imponentes hombres cruzaron esta, las prendas lujosas y las coronas que llevaban revelaban que eran los reyes del imperio. Tobio sentía como ambos ponían sus intensas miradas sobre él.
Pero en vez de regañarlo, los adultos se miraron entre sí.
—¡Te lo dije, Iwa-Chan! Sabía que esa princesa no era la indicada para mi sobrino.—Exclamó el gran rey, Oikawa Tōru.
—A decir verdad, tampoco me agradó mucho aquella mocosa.—Comentó el esposo de Tōru, Iwaizumi Hajime.
—A pesar de que sean princesas arrogantes, no logro entender como no duras más de una hora con ellas, Tobio-Chan.
—Honestamente, yo tampoco sé.—Confesó el pelinegro.—Intento hacerlas sentir bien, hasta les sonrío.
—Eso explica muchas cosas.—Susurró Kiyoko.
La conversación acabó ahí.
¿Por qué no les afectaba un rechazo?
Porque habían pasado por miles.
Nos hallamos en el siglo 31, después de casi desaparecer, la humanidad ha resurgido para volver a los tiempos de antaño. Un mundo sin máquinas tecnológicas y gobernado por imperios en vez de naciones, tal como fue en el pasado.
Claro, hay cambios, tales como la aparición de la raza de las reinas. Una raza con pocos miembros, los cuales tienen la capacidad de procrear, sea cual sea su género. Además se dice que nacen con un poder, pero esto es sólo un rumor, pues en la actualidad no hay muchas reinas conocidas.
Pero eso no es lo primordial.
Aquí el tema es el Imperio Oriental Norte, gobernado por el descendiente sanguíneo del último emperador, el Gran Rey Oikawa Tōru y su esposo Iwaizumi Hajime.
Lamentablemente, Hajime es infértil, por lo que no pudieron tener hijos propios, pero al morir al hermana de Tōru, la pareja acogió a los dos hijos que tenía la dama. La mayor Kiyoko Shimizu y el menor por dos años, Tobio Kageyama.
Por decisión de los reyes sería Tobio quien ascendería al trono al ser mayor de edad y tras haberse casado.
He ahí el dilema.
Han buscado personas por todo el mundo, realizado reuniones, casi formado pactos, pero no, ninguna dama o caballero logra pasar de la entrevista con el príncipe.
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Queen┇KageHina
FanficActualmente es el siglo 31, después de su mayor crisis la tierra se ha reiniciado, volviendo a los tiempos antiguos de Imperios. Pero no todo es como antes, el ser humano ha evolucionado y ha aparecido una raza poco conocida: las reinas. Kageyama To...