Queen┇KageHina

Capítulo 4: Luna y Estrellas.

Cuando Tsukishima Kei leyó la noticia de la boda de su primo rió.

Pero al segundo dejó de hacerlo. Todavía estaba tratando de comprender el contenido de la misiva enviada por el joven príncipe. Según lo que ésta decía, Shōyo se casaría en un tiempo pronto, así que deseaba verlo.

No entregaba mucha información del cuándo o del por qué, pero, de todas formas, había descolocado a Kei.

Había algo oculto detrás de todo esto. Él conocía a su primo Shōyo y sabía perfectamente que no era una persona que estuviese a favor de los compromisos arreglados.

—¿Ocurre algo, Tsukki?—Cuestionó Tadashi Yamaguchi, conde del Imperio Sur, mejor amigo del rubio y futuro consorte, según los rumores.

—Hinata se va a casar.—Dijo sin más.

—¿¡Eh!?—Exclamó el peliverde.

¿¡Cómo era posible!? Shōyo no les había comentado nada de un noviazgo. Aunque no lo habían visto desde hace bastante tiempo. En tres meses podía pasar de todo.

—Según lo que él me dice en la carta que me envió, se casará con un tal Tobio Kageyama.

—¿¡Eh!?—Volvió a exclamar Tadashi, esta vez con mayor volumen.

—¿Qué ocurre, Yamaguchi?

—Tsukki, ¿No sabes quién es Tobio Kageyama?—Preguntó.

—¿Debería saberlo?—Respondió, como si fuese lo menos importante el saber quien era aquel tipo.

—Tu mismo tío Daichi-San nos enseñó quien era...

—Entonces en vez de regañarme dime quien es.

—Claro, perdón Tsukki.—Dijo Yamaguchi.—Tobio Kageyama es el sobrino del Gran Rey Tōru Oikawa. Además de ser heredero al trono del Imperio Oriental Norte.

Kei abrió los ojos completamente sorprendido. ¿Cómo rayos había terminado Shōyo comprometido con el heredero del reino contrario? Su sexto sentido se lo decía, algo andaba mal con aquella carta.

—Viajaremos inmediatamente al castillo de mis tíos, Tadashi.—Sentenció el de lentes.—Debo saber que esta ocurriendo. Si Shōyo envió esta carta fue por algo.

—¡Claro, Tsukki!—Respondió Yamaguchi. Y se pusieron a planear la visita al castillo real.

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Por mientras, al otro lado del continente, un pelinaranja se hallaba encerrado en su habitación.

Hinata se preguntaba si su primo había recibido la carta. A pesar de que no tenía la mejor de las relaciones con Kei, tenía en cuenta que podía contar con él en situaciones de emergencia.

Tal y como ahora.

Sabía que le había rogado a su familia que volviesen a su reino, que les había dicho que estaría bien, que podría sobrevivir. Y a regañadientes ellos aceptaron.

Pero todas esas palabras eran mentiras. Recién había pasado un día solo y ya se sentía como un ciervo rodeado de depredadores.

Shōyo no estaba bien, temía hacer algo mal, que el compromiso se cancelara y se produciera una guerra.

Agitó la cabeza, no debía pensar en cosas malas.

Sin embargo, era él contra un imperio. Por esa razón contactó a su primo Tsukishima. No sabía que podría hacer Kei, pero necesitaba a alguien de su familia. Además seguramente también estaría Tadashi, quien le caía muy bien.