Capítulo 7: Líos, líos y más líos.

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Frente al embajador de cabello castaño, estaba aquella majestuosa figura. El helado viento nocturno mecía la pesada capa negra que vestía. Sus cabellos grisáceos danzaban de la misma manera. Su rostro estaba serio.

—Realmente lamento que cabalgues tanto, Yuu.—Dijo.

—Esto no es nada, Koushi.—Respondió el menor.—¿Qué quieres saber? Me mandaste como espía, pero no sé que quieres que espíe.

Los labios del pálido se mantuvieron cerrados.

—¿A Shōyo o al príncipe Tobio?

—Quiero que tengas tu mirada repartida en toda la familia real del Norte.—Declaró.—En especial en Oikawa.

Nishinoya rió.

—¿Por qué tanto afán por Oikawa, Suga? No vale la pena darle tanta importancia a su traición.

—Siento que hay algo que no sé, Noya. Hay una parte de la historia que desconozco.—Sinceró. El contrario ni se inmutó a sus palabras, le había prometido al Gran Rey que nunca le diría la verdad a Koushi. Así que cumpliría su palabra.

—Quizás tú mismo te borraste la memoria.—Bromeó, refiriéndose al poder psicológico de la reina.—Mejor abre las aguas, debo volver antes del amanecer. Te traeré un informe cada dos noches.

El peligris realizó el mismo acto que hace unos minutos. El río se dividió en dos mitades. Nishinoya subió a su caballo y dio la vuelta.

—Tú también deberías volver, supongo que tu marido no sabe de tus acciones a sus espaldas.

—¡Ya vete, antes de que te mande a cortar la lengua!—Exclamó riendo.—¡Mis saludos a Shōyo!

Y sin mirar atrás, el castaño partió al castillo.

Cuando Tobio Kageyama despertó esa mañana, inmediatamente su cuerpo se llenó de un mal presentimiento. Supuso que debía ser por la estadía del tío de su prometido.

Aquel sentimiento lo acompañó mientras se vestía y también cuando se dirigía al comedor principal.

—¡Hasta que te encuentro, Tobio-Chan!—Lo detuvo su tío.

—Oikawa-San.—Saludó.—¿Qué necesita de mí?

El castaño sonrió con malicia. Al analizar la situación esa mañana, una ídea había cruzado su mente.

Tenía que demostrarle a Koushi, que Shōyo era feliz en el Reino Norte, así se dejaría de molestar.

—¡Pronto tendrás un compromiso normal!—Exclamó.

—¿A qué se refiere?—Consultó, curioso por las palabras del mayor.

—Es una sorpresa~.—Rió.—Por ahora, sólo te pido que me prometas algo, Tobio-Chan. Pase lo que pase, tú seguirás con el objetivo de que Chibi-Chan sea tu prometido. ¿Está bien?

La seriedad con la que Oikawa decía esas palabras alertó al pelinegro. Algo grande se estaba formando.

—E-está bien.

—Buen chico, buen chico.—Acarició el cabello de su sobrino.—Ahora ve a desayunar con tu prometido.

E igual de repentinamente como apareció, se marchó. ¿Qué estará planeando? Decidió dejarse sorprender.

Entró al comedor, al igual que siempre, su hermana ya se encontraba sentada en la mesa.

—Buenos días, hermana.

Queen┇KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora