-Oye, no quiero sonar grosero, pero te ves del asco.
Miré a Félix disgustada y le lancé una silla a la cara. No era su culpa, por supuesto, pero desde lo sucedido con Alec me encontraba de muy mal humor ¿Saben esa sensación de no ser suficiente? Pues yo sentía eso con Alec, su presencia era un recuerdo constante de que mi amor nunca sería correspondido y eso solo lograba destrozarme cada vez más.
Cuando era humana mi madre solía contarme historias de amor y si bien eso fue hace siglos estoy bastante segura de que el hombre no debía hacer sentir miserable a la mujer. Solía pensar que, si obedecía en todo, si aprendía todo lo que una mujer honorable debía hacer un príncipe se enamoraría de mí. Alguien caballeroso que me amara con la misma intensidad del brillo que un vampiro refleja bajo la luz de sol.
Lastimosamente no me enamoré de un caballero, me enamoré de Alec, ese chico granjero con poderes inimaginables que daría la vida por su hermana gemelo.
Ese chico por el que lo di todo, por el que lloré su muerte, por el que me sentí mal durante años por no haber sido capaz de defender mi virginidad para otorgársela a él.
¿Qué hice mal? Pensaba todos los días pero por mas que repasara mi comportamiento no encontraba indicios del por qué no me amaba.
No puedes obligarlo a amarte- pensé- lo mejor es que te rindas, él no te quiere.
Y con el corazón destrozado tomé una decisión.
-Debo dejarlo ir- susurré bajo la mirada apenada de mi amigo.
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A velocidad humana Félix y yo nos dirigíamos hasta el salón de tronos, el maestro Aro había convocado a toda la guardia para la presentación de una persona especial. Félix abrió la puerta y ambos entramos, aún después de mi monologo interno lo primero que mis ojos buscaron fue al dueño de mi corazón que, para mi sorpresa, también me miró.
Si mi corazón aun latiese estaría brincando de felicidad, pero mi mente reaccionó. El no te quiere – susurraba una voz en mi cabeza- y tu no eres su tonta para esperarlo. Así que, con el pesar de mi alma, desvíe la mirada.
-Querida guardia, casi familia, los he reunido hoy para que contemplen uno de los mayores descubrimientos de nuestra raza- habló Aro con el entusiasmo tetrico que lo caracterizaba, no lo hubiese tomado en serio puesto que el hablaba así por casi todo pero, esta vez, sus ojos brillaban de curiosidad- por naturaleza nosotros los vampiros bebemos sangre humana, no solo por gusto sino por necesidad y nadie se había atrevido a refutar eso pero hoy, ante ustedes hermanos, les presento a un par de vampiros que, desde su transformación, se han alimentado exclusivamente de animales.
Un jadeo casi absoluto se le escapo a todos los presentes, incluyéndome y es que ¿Cómo era eso posible? El olor de la sangre humana era adictivo para nosotros los vampiros, no cabía en mi mente el alimentarse de sangre animal.
Aro sonrió como previendo la reacción, parecía uno de esos cantantes que mantenían en espera a su público, junto sus manos fuertemente, un aplauso seco y sonoro ocasionó que dos vampiros salieran y, su mirada, causó furor absoluto.
Dorados, los ojos eran dorados, olían a vampiro sin duda alguna pero no contaban con el característico color rojo. Determiné al primer vampiro que observaba todo con mirada amable, era guapo, más que el promedio. Alto y con cabello rubio, podía pasar fácilmente como un famoso en el mundo humano, pero, si había quedado deslumbrada con el mi corazón no estaba listo para el siguiente vampiro.
Parecía tener mi edad, unos dieciséis o diecisiete, de cabello tan negro como la noche y piel pálida como un vampiro común, sus labios eran rojos y me entraron unas ganas desenfrenadas de probarlos. Mis ojos debían estar brillando porque su presencia era deslumbrante, sin lugar a dudas el vampiro mas hermoso que había conocido en toda mi vida.
-Les presento a Carlisle y Nathaniel Cullen, los primeros vampiros...vegetarianos- presentó motivado Aro a los que suponía yo eran familia.
Si pudiera sonrojarme lo haría, en ese momento todo lo que podía imaginar era a ese chico nuevo, Nathaniel, besándome o en una cita, cualquier cosa romántica que a mi mente se le ocurriera. Subí la mirada hacía sus ojos dorados que, para mi sorpresa, se encontraban mirándome.
Nos sonreímos mutuamente y pensé.
Este es el mejor momento para dejarte ir Alec.
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Bueno, nadie puede decir que no me doy a esperar.
Aclaro de una vez que el pensamiento de Eleonor sobre "la mujer ideal" es debido a la época machista en la que se crió
Ahora, todas estamos de acuerdo en que Alec es una reverenda shit así que por eso quise introducir otro personaje, un nuevo interés amoroso, ustedes decidirán a quien prefieren.
Les presento a:
Nathaniel Cullen interpretado por Thimotée Chalamet
Los quiere
Giugi0319
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Masochista [Alec Vulturi Fanfic]
Fanfiction"Alec siempre había sido frío y serio, el gemelo sádico y la persona por la cual ella daría su inmortal vida." Dado a una personita que me hizo feliz, haré la continuación de este One Shot ya como fanfic