Capítulo 11. ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Halloween!

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Muerte estaba postrado en aquel ángel de mármol, continuando su balada. Como todo un mártir.

Pero nunca busque este resultado

Nunca, y nadie jamás me comprendió

Frunció el ceño, mirando al cielo.

Pero, ¿Cómo?
Yo todo lo que quise,
Fue brindarles lo mejor

Se levantó, aun con un rostro molesto.

Pero todo fue tan solo un gran error.

De codo a codo, sostenía su rostro pálido con sus huesudas manos.

Pues, qué más da
Al menos lo intente

Bien o mal al menos lo logre

Por un momento si

Al firmamento fui

Se levantó, moviéndose por el cementerio al fin.

Y así grandes historias se dirán de mí

Hizo una caravana enfrente de la polilla, la cual brillaba como símbolo de alegría.

Y por la navidad, deje mi soledad.

Al probar su calor

Me sentí mejor
Y yo Muerte

Un rey al fin

Mostro una cara de susto, que solo él podía realizar.

"Pues sí, soy Rey de Halloween"

Hihihihihihihi – su chillona risa continúo, para deshacerse de ese molesto traje que contenía demasiado rojo.

No puedo esperar, que llegue Halloween

Se me ocurren mil ideas

Continúo paseándose por el cementerio campante.

Nuevos sustos hasta el fin

Y verán las cosas que les voy a preparar

La canción término, y la polilla sostenía el gorro de Tiempo Claus, y bueno, para pronto, era su única espectadora.

— Oh no... no será muy tarde para... – Muerte vio el gorro y lo sostuvo en sus huesudas manos –... para remediar – oculto el sombrero en su traje – ...Navidad – un portal transdimensional al mundo del Halloween se abrió en una tumba – Santa Atroz...

De inmediato tomo el portal, para regresar, y tal vez salvar la Navidad junto con una polilla entusiasta.

— Aún no termina la navidad – ya en el mundo del Halloween, cerca de las tumbas, Muerte emprendió su búsqueda.

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— ¿Qué me decías de un tal Muerte? Muñeco de trapo – sonreía Guerra mientras se recargaba en Tiempo, lanzando sus ridículos dados.

El rey se dirigió directamente a la guarida de Guerra, porque sabía que ahí estaban los niños... pero lo que no sabía es que ahí estaba también tiempo Claus, gracias a los gritos de auxilio de Vida nuestro Rey calabaza no pudo evitar poner rostro de molestia, porque claramente los niños no le habían hecho caso. Le pidió silencio a su polilla, bajando con cuidado.

Viendo como Guerra, los lanzaba a un inminente fin con fuego.

— ¡Ya verán que se van a divertir! – Guerra se burló, escuchando el grito ahogado de Vida, eso al parecer lo alimentaba.

El susto antes de ¿Muerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora