Eres Mi Luz (Draco Y Hermione)

Capítulo 2 "Resistiendo"

Ya habían pasado aproximadamente 45 minutos de que Harry se fue.

Ginny salió un momento de su habitación. De hecho, no se había movido de ahí para nada, no quería dejar sola a Hermione, pero quería saber que había pasado con Harry que no se apresuraba.

-¡Mamá!- grito Ginny desde la puerta de su habitación.

-¿Qué pasa?- se asomó apresurada Molly desde el cuarto de Hermione que estaba a punto de terminar de limpiar.

-¿Aun no vuelve Harry?- pregunto inquieta.

Molly estaba a punto de responderle a Ginny cuando el ruido de alguien apareciendo las alarmo.

Era Harry, por fin había llegado con el Medimago.

-Harry, al fin- dijo Ginny aliviada, pero se distrajo por un sonido que provenía de su habitación.

-¿Gi-Ginny?- decía una débil y apenas audible voz.

-¡Despertó!- grito a todo pulmón y entro corriendo a la habitación, tirándose de rodillas a la orilla de la cama.

-Hermy, aquí estoy- dijo tomando su mano y llorando de felicidad.

En ese momento entro a la habitación Harry con el Medimago.

Y Molly poco después.

Harry despego a Ginny del lado de Hermione, ella iba a replicar, pero Harry no la dejo.

-Deja espacio para que le Medimago la revise- le dijo y Ginny solo asintió.

Molly se quedo en el marco de la puerta viendo lo que el Medimago hacia.

El Medimago reviso a Hermione y le dio a beber una poción amarillenta.

-Bebe- ordeno el Medimago a Hermione mientras con su mano izquierda levantaba un poco su cabeza y con la derecha le daba a beber el líquido.

-¿Qué es eso? ¿Hermione esta grave?- se escucho de repente la alarmada voz de Ginny.

El Medimago no respondió, estaba concentrado en que Hermione terminada de beber del frasquito.

Ginny iba a exigirle que le contestara, pero Harry la tomo por el brazo y le hizo un gesto con el dedo de que guardara silencio. Con todo y su molestia la chica acepto.

Hermione termino de beber la poción y a los pocos minutos su semblante se vio con mas vida, sus ojos ya tenia ese brillo parecido a la miel cuanto es vertida sobre un bollo.

El Medimago le sonrió y se levanto de la cama donde se había sentado para poder ayudar a Hermione a beber la poción.

Volteo para ver a Molly.

-Ella estará bien- Molly suspiro aliviada -Pero debe comer o su estado será aún más grave y podría morir- todos en la habitación se alarmaron al escuchar eso y miraron a Hermione, quien agacho su mirada avergonzada por la situación -Lo que le di- dijo esto mirando a Ginny -Fue una poción revitalizante- volvió a mirar a Molly -Pero no hará mucho efecto si ella no se alimenta bien- metió la mano en su maletín y saco tres frasquitos mas con la misma poción -Tome- le dio los frasquitos a Molly -Dele uno de estos al dia después del desayuno.

Cerro su maletín y le indico que eso era todo lo que podía hacer. Salió de la habitación escoltado por Molly y desapareció por la chimenea.

Molly se dirigió a la cocina, haría todo lo que dijo el doctor, ya que al igual que Ginny, no estaba dispuesta a perder otro hijo más. Porque al final Harry y Hermione eran eso para ella. Sus hijos.

Ginny iba a atacar a Hermione con mil preguntas, pero Harry la detuvo.

-No Ginny déjala descansar, ya habrá tiempo para tu clásico interrogatorio- Ginny le lanzo una mirada de reproche y salió apurada de la habitación.

Harry ya estaba más tranquilo, ya había superado el shock de ver a su mejor amiga y hermana en ese estado.

Se sentó a su lado en la cama y acaricio su mejilla.

-Lo-Lo siento- dijo con un poco de trabajo Hermione y dejando escapar una lagrima.

Harry de inmediato se la limpio.

-Ssshhh- la callo con ternura -No pasa nada, no te tienes que disculpar, se que estas pasando por un mal momento, te entiendo, ahora solo recupérate ¿sí?- le dijo Harry con mucho cariño.

Hermione solo asintió. Harry se levanto de la cama y se dirigió a la puerta y antes de cerrarla miro de nuevo a Hermione.

-Todos te queremos Hermione y nos haces falta- termino de hablar y cerro la puerta. Dejando a Hermione pensativa.

-“El tiene razón, aun tengo porque vivir”- ese fue su ultimo pensamiento antes de que el cansancio la venciera y se quedara dormida.

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Tras el fin de esta infame guerra, aquellos que estuvieron del lado del bien, no eran los únicos que sufrían.

Había personajes que estuvieron en el bando contrario, que sufrían las consecuencias de haberlo hecho y lo peor es que dichas consecuencias fueron por causa de las decisiones de sus padres y sus amenazas.

Dichos personajes eran las serpientes mas temidas y conocidas durante su estancia en Howarts.

Pero actualmente eran tratados como basura, lo magos y brujas que los veían a veces pasar por la calle los insultaban y señalaban como si fueran leprosos. Pero ellos mantenían la cabeza en alto como siempre, aunque al llegar a casa no era lo mismo.

Ellos eran, Blaise Zabbini, Theodore Nott, Pansy Parkinson, las hermanas Daphne y Astoria Greengras y por supuesto Draco Malfoy.

Después de que terminara la guerra y los padres de los chicos fueron capturados, enjuiciados y sentenciados, ellos se quedaron prácticamente solos.

La única persona que quedo para cuidarlos fue Narcisa Malfoy, quien después del interrogatorio con veritaserum, confeso que su participación fue obligada ya que estaba bajo amenaza de muerte por parte de Voldemort. Así mismo paso con ellos, su declaración fue parecida a la de Narcisa, y además comentaron que si portaban la marca era porque se las habían hecho a la fuerza, pero ellos jamás estuvieron de acuerdo con las creencias de sus respectivas familias.

Gracias a eso quedaron en libertad y al igual que el trio dorado, decidieron vivir todos juntos mientras las cosas se calmaban y lograban hacer algo con sus vidas.

Vivian en la mansión Malfoy con Narcisa, ella los atendía y cuidaba. Principalmente para distraerse y agradecía que ellos estuvieran ahí, así ni ella ni Draco se sentían tan solos.

Ella sufría la muerte de Lucius, quien fue sentenciado al beso del Dementor. Lloraba su perdida todas las noches, ya que, aunque Lucius no fue un marido ejemplar, ella lo amaba. Draco también sufría, pero no tanto por la muerte de su padre, el le guardaba rencor, porque debido su devoción por Voldemort sufría de constantes humillaciones, así que no, el no sufría por eso, el sufría por ver el dolor y la tristeza de su madre. El la amaba, fue ella quien lo consolaba y cuidaba cada que su padre lo golpeaba o lo reprendía por cualquier error. Aquella mujer era la única que le demostraba amor sincero.

Todos estaban en el amplio comedor, ingerían su desayuno en silencio, hasta que la voz de Narcisa lo rompió.

-Muchachos- dijo llamando la atención de todos -Una lechuza llego antes de que ustedes despertaran y trajo esto- comento Narcisa mientras repartía las cartas que habían llegado.

Todas tenían el sello de Howarts, los chicos las miraron incrédulos antes de abrirlas.

Al hacerlo todos tuvieron una mezcla de sentimientos encontrados.

Cada carta decía:

Querid@ (nombre del alumno según quien leía)

Esperando se encuentre lo mejor posible, es un placer informarle que nuestro amado colegio ha sido restaurado a su antigua gloria y en compañía del ministerio de magia, hemos tomado la decisión de reabrir sus puertas para comenzar un nuevo año escolar.
Así que, por medio de la presente carta, le comunicamos con toda la alegría de nuestro corazón, que esperamos tener el placer de su presencia para que concluya si educación en Howarts, al final de dicha carta encontrara la lista de libros y artículos necesarios para su estancia en Howarts.

Sin más por el momento.
Minerva McGonagall
Directora de Howarts

Nadie dijo nada al respecto. Pero todos se sobresaltaron al escuchar un puño golpear la mesa.

-¿Estas bien Draco?- pregunto Pansy.

El solo se limito a mirarla despectivo, sin decir nada, arrojo la carta sobre la mesa y salió del comedor rumbo a su habitación.

Tenía el corazón lleno de sentimientos encontrados, no sabia que pensar acerca de lo acontecido.

Después de que termino la guerra, había pensado en hacerse cargo de las pocas empresas de su padre que el ministerio de magia le permitió quedarse y con eso mantener su estilo de vida y a su madre.

Jamás pensó en volver a la escuela, es más jamás se le ocurrió que después de los sucedido la reconstruirían. Y ahora aparte de que hicieron eso, le pedían volver, tenia muchos malos recuerdo de su estancia en el último año ahí.

Llego a su habitación y se encerró, hizo un par de hechizos insonorizantes y comenzó a romper todo lo que ahí había.
Sentía ira, rabia, frustración, odio y mil sentimientos mas que necesitaba sacar.

Cuando no hubo más que romper, se dejo caer sobre la cama, lloro, lloro con todas sus fuerzas, quería liberar su corazón, pero no sabia como, su padre siempre lo reprendía cuando trataba de llorar, así que no tenia idea de como desahogar todo aquello. Solo lloraban por frustración.

Lloro por mas de una hora. Hasta el punto de quedarse dormido.