El viento soplaba con gran ímpetu, logrando desprender varias hojas de los arboles llevándolas por un camino sin fin, la cuidad yacía en oscuridad, siendo alumbrada por la luz de la luna que alumbraba con delicadeza las calles.
El único sonido presente era el del viento golpeando contra los arboles, ningún vehículo transitaba las extensas calles, ninguna persona se encontraba transitando por allí.
A diferencia de otras noches, todo se encontraba en completo silencio, vació, ningún alma rondaba por las calles, al menos para el ojo humano.
Una persona con sudadera negra y manos en los bolsillos se encontraba caminando con total tranquilidad sobre la acera, ignorando el fuerte viento, y el evidente hecho de que pronto llovería.
El cielo tronó, sonando en toda la calle, segundos después las gotas de lluvia comenzaron a caer, cada vez en mayor cantidad.
Aquel extraño sujeto de sudadera negra, apresuro su paso, aun manteniendo su inicial tranquilidad.
De improvisto giró a la derecha ingresando a un oscuro callejón.
Alguien ya lo esperaba allí, vestido de igual forma, su rostro era cubierto por la capucha de su sudadera negra.
El primer sujeto se aproximó aun con ambas manos en sus bolsillos, hasta que ambos quedaron uno frente a otro.
- ¿Estuviste mucho tiempo esperando cariño? - Dijo con tono burlón, sacando las manos de los bolsillos.
El otro sujeto no contesto.
- Entiendo. - Suspiró. - "Benicio llego tarde de nuevo" - Ríe divertido. - No volverá a pasar, además tengo lo que me pediste. - Sacó del bolsillo de su pantalón un pendrive.
La otra persona lo tomó con rapidez.
- ¿Qué? ¿Eso es todo? - Benicio hizo un puchero. - No me digas que te iras tan rápido de nuevo ¿Acaso no merezco una recompensa, bonita?
...
- ¡¿Es que acaso no lo entiendes?! - Gritó la castaña alterada. - ¡Nina! Si los demás se enteran de esto... ¡Estaré muerta! ¡Será mi fin! - Dijo caminando de un lugar a otro.
- ¡Basta Luna! ¡Tranquilízate! - Gritó Nina tomando por los hombros a su mejor amiga, deteniéndola.
Desde que había llegado solo eran gritos y lamentos de su parte.
- ¡¿Como quieres que me tranquilice?! ¡¿Es neta?! - Gritó Luna aun alterada. - Si mis papás descubren que estuve embarazada ¡Me mataran!
- ¡Eso no es cierto! - Gritó Nina buscando una manera de tranquilizarla. - Que ese acosador lo sepa no significa nada. No tiene pruebas, unas simples palabras no cambian nada. - Intentó tranquilizarla.
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¿Quien Mato a Ámbar?
Short Story¿Donde esta ella? Fácil, muerta. Ella sabía demasiado, y eso le costó la vida nadie sabe quien es el asesino ni porque lo hizo. ¿Quieres descubrirlo? No, pues no tienes opción a menos que tú quieras ser el siguiente *Cuerpo No Identificado*. Me mant...