13. Lo que sucedió

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Lissie se cruzó de brazos viendo como Kyler guardaba sus cosas en el auto. Desde que llego al hotel no había sido nada amable con él. Tampoco es que se lo mereciera. Si estaba haciendo eso es precisamente porque él la metió en problemas. Aunque reconocía que era sorprendente ver como no le había fastidiado su llegada y como se había mostrado simplemente dócil con ella.

Nada de burlas, nada de sarcasmo, nada de tocarla desde que había llegado. Por eso no dejaba de observarlo con el entrecejo arrugado. Algo tramaba y ella no sabía de qué se trataría esta vez. Si estaba haciendo eso es por el problema que el mismo la metió. Ahora se veía obligada a pasar una semana en una casa con desconocidos dispuestos a hacerle daño.

—Seré considerada y conduciré cuando te canses —dijo dando media vuelta y montándose en el copiloto. Sintió sobre su espalda la mirada de Kyler.

Ella no sabía quiénes eran ellos todavía. Tampoco sabía porque el interés sobre ella. Kyler le dijo que ella era una clarividente distinta, ¿pero a que se refería? Siempre se ha considerado una clarividente normal. Lo cierto era que tampoco podía saber lo que era normal o no.

Su madre murió demasiado pronto como para ella hacerle esas preguntas. Kyler si que era muy distinto. Podía entrar en sus sueños. Eso es algo que nunca había visto que se pudiera hacer. Tenía muchas preguntas sin respuestas. Eso le fastidiaba. Lo que era peor es que Kyler no se mostraba dispuesto a dar respuestas. Echó el asiento hacia atrás y cerró sus ojos. Sintió el momento exacto en que Kyler comenzó a conducir. Un silencio horrible se instaló en el auto. Dos clarividentes en camino de un viaje sin retorno. Fingiendo ser una pareja cuando apenas y se toleraban.

Una parte de Lissie sabía que Kyler no era tan malo como aparentaba. Su opinión se debilitaba cuando el interfería dentro de su mente cuando ella dormía. Los sueños son tormentosos, desastrosos y cuando un desconocido los invade. Estos terminan aun peor. Odiaba la debilidad que su cuerpo comenzaba a tener. Odiaba sentirse impotente. Sin que nadie lo supiera, uno de sus temores estaba apareciendo una vez más. Lo peor es que aparece justo de una noche espectacular.

Al despertar esa mañana, lo hizo al lado de la persona que amaba. Estaba al lado de la persona que siempre había deseado. Al lado de la persona que se acercó a ella cuando apenas conocía el mundo realmente. Junto a Mathias todas sus inseguridades disminuían a grandes estragos. Esa noche ella venció uno de sus miedos más profundos y escondidos. El permitir que la tocara de una forma más privada. Que la besara y fuera guiándola poco a poco hasta su límite.

Era algo que no había forma de explicar. Ellos habían tenido el noviazgo más hermoso del mundo. Una relación donde disfrutaban de la compañía del otro y ella estaba dispuesta a entregarle a Mathias lo más preciado de su ser. No era como las otras chicas. La virginidad para ella era muy importante y siendo clarividente, debía entregarse a alguien con el que estuviera segura. Mathias fue el indicado desde el primer momento. Esa noche demostró que no se había equivocado. Fue un acto de amor. Donde él la tranquilizo cuando ella comenzó a tener recuerdos amargos.

El Linaje de Lissie Lorens (Sombras y Fantasmas II) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora