Cuando te vieron mis ojos

CAPÍTULO 2

Cap. 2

Alistair se encontraba en su despacho, recogía algunos documentos para retirarse; la noche ya había caído y él tenía una de esas citas que más bien quería evitar; de pronto el teléfono sonó y al levantarlo después de unos segundos de duda, su secretaria le informó que tenía una llamada de la señorita Shadona Sterling

-ponme con ella, la atenderé de inmediato – se sentó para poder disfrutar de la conversación que tendría en un momento

- hola...

- señorita Sterling, un gusto escuchar su voz – casi podía imaginársela poniéndose nerviosa al escuchar la manera en que le hablaba

- señor Wolf – en efecto, la voz de ella sonó casi que temblorosa – lamento llamar a esta hora; he encontrado algo en su propuesta que no logro entender muy bien; quisiera que me explique

- por supuesto, dime de que se trata – decidió arriesgarse a tratarla con mas familiaridad

- preferiría verle para que lo haga personalmente

- me encanta la idea – su voz fue casi una caricia para los ya alterados sentidos de Shadona – te invito a cenar conmigo y así aclaro todas tus dudas

- lo siento señor Wolf pero debo declinar; si puede recibirme mañana en su despacho, estaré ahí a las diez, como hoy

- está bien; estaré esperándote; aunque déjame decirte que es una verdadera pena que no quieras cenar conmigo, tenia la esperanza de que aceptaras

- lo siento señor Wolf, eso no sucederá – dijo con más firmeza de la que sentía – gracias por atender mi llamada, le veo en la mañana – el solo pudo responder

- te estaré esperando... - y ella cortó. Alistair vio el aparato con una sonrisa en sus labios; la bella dama huía de él como de la peste, pero al mismo tiempo le buscaba – claro que te estaré esperando Shadona Sterling, y disfrutaré de verte y de ver como te pones al verme.

A la mañana siguiente, Alistair estaba en su despacho, llevaba pantalones vaqueros, esto a propósito de la visita de Shadona, quería ver la reacción de ella ante su apariencia. Llamó a su secretaria y le informó

-a eso de las diez espero a la señorita Shadona Sterling, solo has que pase, no tienes que anunciarla

- entiendo señor Wolf

Alistair cortó con una sonrisa en todo su rostro, asemejaba un ave de presa que veía a lo lejos, como un indefenso conejo se ponía al alcance de su experto ataque.

Unos minutos antes de las diez la puerta del despacho de Alistair se abrió dándole paso a una elegante y refinada joven con cuerpo de modelo y ropa atrevida; Alistair la vio y por poco deja que le amargue el día.

-¡Tiffany! Lo siento, estuve muy ocupado y no tuve tiempo de avisarte; lamento haberte plantado anoche

- Alistair, soy una mujer muy ocupada y también muy solicitada; tienes suerte de que te haya concedido una cita, la cual desperdiciaste

- que puedo decir; lo siento, y sé que perdí una gran oportunidad, pero de verdad, se me escapó de las manos – mintió con descaro y sin ningún remordimiento. Vio su reloj de manera que fuera evidente para la mujer, que él estaba ocupado y que la invitaba a retirarse

- tienes suerte de ser tan guapo y de que me gustes de verdad; te voy a dar otra oportunidad – se le acercó coqueta y fingió quitarle una inexistente suciedad de la camisa – ven por mi a las ocho, saldremos a cenar; pero eso sí, usa traje, esa ropa que traes no luce muy bien en ti