CAPÍTULO 3

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Cap. 3

Temprano en la mañana, ya Shadona estaba preparada; se había levantado más temprano de lo habitual y se había metido a la tina a darse el baño que normalmente se daba en horas de la tarde; en la mañana solía tomar una ducha rápida y eso era todo; pero ese día, quería lucir muy bien.

Aun no daban las ocho y ella ya estaba bajando la escalera de la casa rumbo a la sala a esperar por Alistair.

A las ocho, muy puntual, se escuchó el timbre de la puerta y de inmediato los nervios hicieron presa de Shadona, pero justo cuando se dirigía a la puerta, apareció su madre en el rellano de la escalera

- te vez hermosa, como siempre mi pequeña; espero que surja algo bueno de esta salida tuya

- también lo espero madre; te veo luego – fue hacia la puerta intentando controlar sus emociones y luego de respirar profundo, abrió – buen día señor Wolf; muy puntual ¿eh?

- lo intento señorita Sterling; si me permite, está usted muy hermosa, aunque de por si, siempre lo está – y le tomo la mano que ella le ofrecía y se la estrechó con suavidad, mientras sus ojos la acariciaban – definitivamente, seré muy envidiado hoy por donde vaya ¿nos vamos?

- como guste – el le abrió la puerta del auto y ella se acomodó en su lugar, una vez Alistair en su propio sitio, se pusieron en marcha - ¿A dónde vamos?

- iremos a ver una casa a treinta minutos de aquí, no es muy grande y según la información, es cómoda y segura – por unos minutos el silencio los acompañó, pero entonces él mientras salían de Norristown dijo - ¿podemos hablarnos de tu?

- ¿lo cree necesario? Solo nos interesa el negocio, además de eso no hay nada que nos pudiera obligar un trato más personal

- ¿no quieres que seamos amigos? A mi me gustaría seguirte viendo, luego de que te compre la propiedad

- ¿y si no le vendo? – el detuvo el auto a un lado del camino y se volvió hacia ella

- ¿Por qué no quieres venderme? Soy tu mejor opción, y además creo que la única

- para empezar, yo no te la ofrecí, tu me la pediste en venta – el quiso sonreír, ya ella le estaba hablando de tu, y además le estaba sosteniendo la mirada y entrando en una conversación más personal con él

- pero los dos podemos salir ganando; la casa tiene serios problemas de mantenimiento, está muy vieja y tus padres no tienen ataduras emocionales con ella

- para mis padres, es más importante con quien vives que en donde

- muy sabios ¿lo ves?

- lo son; y si quieres, ya nos estamos hablando de tu ¿continuamos? – esta vez Alistair no pudo evitar sonreír; dio arranque y luego dijo

- háblame de ti, como a sido tu vida hasta ahora ¿eres hija única?

- señor Wolf...

- ¡oh vamos Shadona! ¿Qué tiene de malo que me cuentes algo de tu vida?

- es... es complicado; no me siento muy segura de contarte cosas tan personales, aun no te tengo esa confianza

- bueno, estoy de acuerdo contigo; espero que algún día me la tengas. Puedes contarme aquello que sientas que no es muy personal

- bien, lo intentaré – respiró profundo y volviendo el rostro hacia los árboles que se alejaban veloces de ellos, dijo – tengo 25 años, soy diseñadora industrial, no he ejercido a petición de mis padres que me quieren tener con ellos, aduciendo que no creen vivir mucho tiempo más y quieren disfrutarme por lo que les resta de vida

Cuando te vieron mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora