NOCHE 7 - SOY UN PENDEJO, NO LO NIEGO

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Llevo toda mi vida, siendo un pendejo.

Llevo toda mi vida siendo un pendejo, y para que negarlo, no me gusta tropezarme con la misma pierda, pero, me gusta la piedra, no puedo evitarlo.

Pero descuida, no es tu culpa, es mía, es mi culpa por no saber cuándo parar, por no saber cuándo decir basta y se me da muy mal soltar un adiós, descuida, no es tu culpa.

Es mi culpa haber estado tan, pero tan roto y vacío,  que me enamore de un "buenos días"

Y ese es nuestro mayor problema, estamos rodeados de tantos amores de mierda, que a la primera que alguien nos trata minimamente bien, nos reconforta y pensamos que es amor.

Que rotos estamos.

¿Cómo es que los buenos días de tu madre o de tu padre son una rutina diaria y los de la persona que te gusta son una muestra de amor?

¿No te parece un poco absurdo?

Te conformas con un saludo lindo, porque te gusta la piedra, luego le exiges a la piedra que sea una palmera, que te demuestre más, y te molestas porque sigue siendo una piedra, ¿Qué esperabas?

No te diste el tiempo suficiente de conocer todas las capacidades de esa piedra, porque para ti bastaba saber si su signo era Sagitario, Aries o Capricornio, si media 1.80 de altura, que estuviese en forma, o a veces te bastaba con el simple hecho de hacerte reír, vaya roca más interesante.

Estamos tan rotos, que cuando algo nuevo llega a nuestro universo, nos sorprendemos y queremos tenerlo, luego de tenerlo ya no es tan especial.

Hay que aclarar que tampoco podemos vivir con el constante miedo de ser lastimados, si no te lastiman no aprendes, pero cuando te lastimen, recuerda que no fue la otra persona quien tuvo la culpa.

La culpa fue tuya, porque te cansabas de tropezar con la misma piedra, tanto, que te enamoraste de la piedra.

"99 Noches sin la Luna"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora