Looks

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—Podrías ayudarme al menos. —indicó frunciendo el ceño, él menor.

—Si se me cae y se rompe, me matas. No gracias. —sonó burlesco, Hoseok.

Habían aparcado en el estacionamiento del teatro hace muy poco. Notando la extensa fila en la entrada para poder acceder al concierto. Para su suerte, el acceso para los medios era por el lado sur y no por el norte, como para el resto del público general.

Al ingresar y ubicar sus asientos, se sintió abrumado. Jeon había asistido a conciertos antes, claro, de esos en donde todo era locura y efervescencia, pero jamás estuvo en uno en donde el público, guardara completo y absoluto respeto hacia quién en unos minutos más se presentaría.

Todo era nuevo para él.

La mística y lo sombrío del teatro, la simpleza de la escenografía y la tenue luz alumbrando en el centro, le daba sin duda un aspecto único y especial. A lo lejos se podía distinguir una tarima con algunos micrófonos, un lugar en donde seguramente los coristas se ubicarían más tarde.

El concierto comenzó con puntualidad, eso era otro punto a favor del artista. Sabía y había investigado más sobre la vida de Kim Taehyung, pero todo era mayoritariamente suposiciones. Muy poco se sabía de él pero sí algo pudo constatar, era que sin duda amaba lo que hacía, amaba cantar por sobre todo y todos.

Las luces se apagaron para dar inicio a la primera canción pero Jeon no pudo evitar pensar, en aquellos rasgos de la personalidad de Kim que descifró a través de las fotografías.

Miedo, angustia, dolor, soledad sobre todo ésta última. Lo constató también a través de las letras de sus canciones, causándole tanta curiosidad, que había pasado noches enteras indagando en todo el hermetismo qué significaba él castaño.

Sus pensamientos esfumándose tras ser absorbido por aquella inusual voz. Aquella que lo transportaba más allá de los sueños.

Era increíble el sonido de Kim en vivo, superaba por lejos aquel creado bajo el alero de un estudio. Envolvía, y ahora podía entender porque tantas personas lo amaban. Sin duda era único pero él, quería saber más allá de la barrera que siempre guardaba bajo la máscara.

El contacto visual no tardó en llegar, una, dos, tres... Su mirada quemaba, era tan intensamente atractiva que, no pudo evitar ser envuelto en todo lo que él castaño significaba.

La última canción, sin duda era la más llamativa. Jeon se quedó prendado de ella, de la forma en la que se movía al bailar, de su rostro, de las expresiones que ocultaban pero decían todo, de los ojos marrones y de esa sonrisa tan geométricamente perfecta.

—Jeon... —susurró su amigo tras darle uno que otro golpecito, para hacerlo reaccionar. —Jeon, Kim te está dando la ros...

Las palabras de Hoseok murieron en su boca tras notar como él azabache, estiraba su mano para recibir la rosa que Kim le regalaba. Era secreto a voces que él cantante solía regalarla al final de su concierto, pero la estadística señalaba que siempre fueron chicas quienes la recibían.

Jeon era él primero, lo supo al tomar la rosa con su mano, al acariciar de forma sutil la del castaño y sólo tras recibir de respuesta, aquella diminuta sonrisa antes de perderse detrás del escenario.

Kim Taehyung era perfecto, no había duda de eso.

Singularity Soul | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora