Year

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Un año después, enfrentaban su primera gran crisis. Y no por culpa de ellos, más bien gracias a un leve pero importante descuido.

Jungkook debía asistir a Hoseok en un nuevo reportaje de espectáculos. Su jefe les había encomendado la misión de obtener la nueva primicia y para ello, debían viajar hasta Busan por todo el fin de semana. Fin de semana que pensaba pasar con Taehyung, luego de que éste volviera de Chicago.

Y es que Park Jimin se presentaba por primera vez tras su accidente vehicular, ese mismo que lo había mantenido en coma durante cerca de tres meses y en donde el destacado bailarín, tenía muy pocas posibilidades de volver a los escenarios.

Afortunadamente había logrado vencer a su cruel destino y hoy tras algunos meses de recuperación, volvía al escenario de la mano del artista más aplaudido de Daegu, Min Yoongi.

La sola imagen de la performance de estas dos estrellas de Corea, había captado la atención de los medios de comunicación. Y ellos, claramente no serían menos, no obstante, Jungkook terminó por aceptar a regañadientes. Informando la noticia a su novio, antes de partir rumbo a Busan.

Hoseok y Jungkook, llevaban más de un año trabajando codo a codo, casi desde que se publicó aquella nota del castaño. Incluso su jefe los apodaba como la famosa golden couple, tras convertirse en la nota más esperada de los días domingos, entre los lectores.

Taehyung por su parte y en un intento desesperado por ver a su novio, luego de casi tres semanas. Se arrancó de su departamento sin avisarle a nadie de su staff y tomó el primer vuelo hasta Busan, en busca del azabache.

Llevaba puesto una sudadera con gorro de Jungkook. Un pantalón rasgado a media rodilla, complementando con un cubre boca y unas zapatillas en la misma tonalidad.

Una hora y media después, estaba en la cafetería del aeropuerto comprando un par de chocolates para comer en el camino junto a unos sobres de café de grano, para obsequiar a su novio y a su hyung.

Y en cuanto tomó el taxi, bajó su cubre boca por un instante, para poder respirar mucho mejor. Su ánimo acrecentándose tras llegar al teatro en donde él, se presentó un par de veces antes.

Pagó su entrada e ingresó al recinto, intentando ubicar a su novio entre tanto espectador. Tardando un poco más de quince minutos en lograrlo.

Jungkook se encontraba encajando uno de los lentes en su cámara, mientras escuchaba atentamente a Hoseok.

Sonrió a medida que se acercaba a pasos lentos, su corazón agitándose cuando lo tuvo al fin de espaldas hacia él, no pudiendo evitar abrazarlo de inmediato.

Jungkook se sorprendió al recibir un abrazo, segundos demorando en recocer aquellas manos que lo rodean a la altura del ombligo. Volteó sin poder evitar la emoción creciente y sonriendo para recibir entre sus brazos a su más bonito ángel, su Taehyung.

—¿Qué haces aquí? —preguntó al bajar el cubre bocas de su novio, para poder besarlo de una vez.

Taehyung carcajeándose bajito, al recibir pequeños besos torpes del azabache. —No puedo estar tanto tiempo sin verte... —musitó mientras escondía su rostro en el cuello del menor. —Te extrañé... —sostuvo sin soltarse del abrazo.

—Ohh, Taehyung-ssi. Si que tiene suerte éste hijoe'puta. —se burló él pelirrojo ante la escena frente a sus ojos. No era primera vez siendo un espectador de aquello, pero siempre le causaba ternura la intensidad de aquel amor.

—Hoseokie-hyung, yo te compré esto. —señaló, al separarse de su novio para sacar de su bolso aquellos sobres de café que había comprado antes. —Son tus favoritos, pensé que te gustaría tomarlos mientras trabajas.

—Definitivamente tienes mucha suerte Jungkookie. —sostuvo una vez más. —Gracias TaeTae, es un muy bonito gesto de tu parte. —finalizó causando una sonrisa en él castaño.

Esa noche la habitación del hotel fue testigo de su amor, inundándose todo de los más dulces gemidos y gruñidos de parte de los jóvenes amantes. Sin saber que otros lentes habían sido los grandes observadores de aquel amor, sin comprender el escándalo que se les vendría por delante.

Su amor sería expuesto ante las luces y flashes de todo un país, por aquel hombre que los vigilaba desde hace  más de un par de meses...

Singularity Soul | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora