"Red"; 005.

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¿Dónde estoy? Se planteó Aiden una vez despertó en el bosque, cerca de aquella tienda de campaña que previamente había visto con los chicos. Algo que sin duda lo mantenía con inquietud, era el cómo había llegado hasta ahí estando lejos de ese punto.
Terminó por levantarse y comenzó a buscar con la vista a sus compañeros. No había rastro de ellos, al menos no cerca. Decidió esperar unos minutos, tirándose en el suelo, por si acaso regresaban y no se fuera a perder por su propio pie. Se acercó a la tienda de campaña que ya estaba abierta y la observó sin hacer movimiento. Al parecer prácticamente estaba vacía , ya que sólo contaba con un saco de dormir y la linterna que también ya había visto antes. Entró para observarla más a detalle. Todo estaba en perfecto estado, y eso hacía que la situación se volviera cada segundo más bizarra.

Miró a su alrededor, buscando plantas cercanas que dieran frutos, pero al parecer no había nada de ello. Con cierta frustración y hambre que regresaba, el chico regresó a la tienda de campaña y entró, sentándose y tratando de ser paciente a que volvieran los otros jóvenes.
Pasaron apenas unos minutos y Aiden se estaba impacientando.

-Okay, tienes que calmarte. Seguro ellos están bien.-se dijo hablando solo.- Tal vez estén buscando comida.- gruñó su estómago ligeramente.- Bueno, no pensaré en comida. Ah, carajo, tengo hambre...- suspiró. - Vamos, Aiden, cálmate. Piensa en otra cosa.- Y el silencio volvió.
El azabache se quedó mirando a un punto inespecífico dejando que los recuerdos llegaran a él. Recordó a su compañera de clase, que aunque no se consideraba su amigo, él sí a ella en el fondo.
Extrañaba a Greta, y no iba a mentir, tenía miedo de que la encontraran.
Era raro, si, pero de esa forma se sentía aunque se lo estuviera ocultando a los chicos, de los cuales no podía considerarse ser su amigo. Imágenes de Greta carcomían su mente. ¿Cuándo había sido la última vez que se vieron? No tenía ni la menor idea, pero podía estar seguro de que echaba de menos cada pedacito que había conocido de ella; su risa cuando él hacía sus malos chistes, ese gusto por observar con ojos brillantes el amanecer, sus gustos exóticos por grupos de chicos y/o chicas asiáticos, su gusto en común por los videojuegos aunque ella no tuviera un vicio integrado como el de él, los trabajos en equipo en donde nunca hacían nada más que ver vídeos en youtube, sus regaños por no hacer la tarea, compadecerse y pasarle apuntes... bueno, tal vez eso último no, pero el punto era que hasta esas pequeñas cosas extrañaba de Greta.

Después de un gran lapso de tiempo - al menos para Aiden-, los dos jóvenes aparecieron afuera de la tienda.

-Oh, Aiden, aquí estás. Creímos que te habías perdido buscándonos ¿Todo bien?

-Deva ¿cómo llegué aquí?

-Vincent despertó en la madrugada, vigilando el panorama. Me dijo que estuvo observando la tienda de campaña gran parte de la noche.

El mencionado se acercó con una cuerda en sus manos y asintió mirando al chico.

-No había absolutamente nadie, así que asumí que la abandonaron y como pude los cargué a ambos hasta aquí. Deva insistió en que te dejáramos dormir dentro de la tienda hasta que llegáramos, pero, a decir verdad creí que sería divertido si despertabas y pensabas que habías llegado aquí sonámbulo o algo por el estilo. Con eso de que eres un dramático, lleno de mil teorías extrañas...-ambos rieron, mientras Aiden intentaba fingir cierta molestia.- es una lástima que no haya llegado lo suficientemente a tiempo para ver tu reacción.

-Eres un idiota.- rió levemente a la vez que negaba.-¿Para qué la cuerda?

-Mmm... Realmente ahora no lo sé, pero seguro que para algo nos puede servir.- los chicos lo miraron frunciendo el ceño.-¿Qué? ¿No han visto películas de sobrevivientes? No pueden estar seguros de si nos servirá más adelante.

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