Un cuervo sin recuerdos.

VI. Incomodidad.

Damián trataba de no parecer anormal, pero esto era algo doloroso e impactante.

Ahí estaba ella con dos chicos que parecían ser sus amigos.

Él sabía perfectamente cómo ocultar su asombró; claro... Era muy obvio, su padre dió la custodia de Rachel a manos incompetentes de los jóvenes Titanes.

¿Cómo es que fue posible?

El trío de chicos, parecía encantarle el acogedor lugar, en específico a Rachel, ese olor a café y la calidez que le proporcionaba el lugar, la embriagaba y se le hacía tan familiar, como esa sensación de estar... En un hogar.

Probó el café... Sin darse cuenta, su corazón latía con rapidez, el sabor era delicioso, cálido, como si estuviera hecho especialmente para ella, y solo para ella.

El ruido de la campanilla del local, hizo su característico sonido, dando paso a un hombre, con un mechón blanco y cabellera negra, pantalón de mezclilla y camisa roja, con un chico más chaparro que él, cabello negro, pantalón de mezclilla con una sudadera, a Rachel se le hiso demaciado familiar, su mirada se le dirigió a la persona que más la hipnotizaba, el chico de ojos verdes que preparaba el café, cuando entro se sintió demaciado identificada con él, podría jurar que cuando se vieron por primera vez, sus ojos reflejaban tristeza y calidez junto con amabilidad y alegría, su atención fue interrumpida por Garfield, quien solo quería la atención de sus amigos para él.

—Hey! Amigos. — dijo Jason sentándose en el banco de la barra que parecía un minibar dónde específicamente estaba Dick. —Un café Macchiato por favor  y tú... Tim? — ofreció Jasón mientras el mencionado se sentaba alado de él en otro banco.

—Expreso por favor.— le contesto.

«¿Qué estarán haciendo aquí? No podría venir en el peor momento»

Se preguntaba Damián en sus pensamientos.

Dick solo fulminaba a Jason con la mirada mientras apuntaba su orden. Se sentía un poco afortunado, pues ya casi se vacía el local a excepción del grupo de "jóvenes" que acaba de llegar y extrañamente son amigos de su conocida Rachel, que por cierto parecía ya toda hermosa mujer.

—¡Damián! Nueva orden— Llamó Dick. Damián solo lo voltea a ver mientras esté se dirigía hasta él.

Dick al darle la orden a Damián éste regresa a su puesto dónde estaban Jason y Tim.

—¿En dónde tienen la cabeza?, ¿Cómo se les ocurrió venir en el peor momento?— les regaño Dick en un susurro.

—No nos culpes por querer venir a verlos, no sabíamos— dijo Tim, él y Jason tampoco se quedaban atrás, sabían de sobra que Rachel estaba justo detrás de ellos bebiendo un café con sus quizá nuevos compañeros, pero no quitaban el hecho de que Rachel había crecido al igual que el menor de ellos, sin duda toda un sinónimo de belleza extraña femenina.

—Queriamos a venir hablar de algo pero al parecer el destino se nos adelanto— dijo Jason refiriéndose a Rachel.

Damián termina de hacer los pedidos de sus hermanos y se dirige hacia ellos.

—Hey... Mocoso— lo saluda Jasón.

—Aquí está su orden— le contesto Damián.

—Hu... Qué frío eres Damian— dijo Tim.

Detienen su conversación al escuchar el grito de un de los jóvenes.

—Ve hacer tu trabajo Grayson— le recordó Damián.

—¡Hey jóven, la cuenta!—  pidió Jaime.

—¡En un momento!— contesto.

Al ver que ya habían pagado la cuenta , se retiraron.

Los cuatro hombres no dejaban de mirar al grupo de chicos...

«A ellos ¿Dónde los había visto?» se preguntaba Raven muy perturbada dentro sí. »...¿Damian?...  De dónde había escuchado ese nombre«