IV. Un sueño nada más

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¿Qué eran esas voces?

—El sueño debe acabar.—

—No recordarás nada, hija.

¡Rachel!.

Se vio en espejo enfrente, vestida con un camisón blanco manchado de sangre, sintió su olor, era sangre fresca.

Pésimo olor.

—¿Qué pasa?

Cuerpos de cientos de hombres despedazados, una sensación sabor a culpa tuvo su oleaje por todo su cuerpo blanqueaseo y pálido.

Mientras poco a poco comenzó a sentir algo viscoso bajo sus pies, otra vez era sangre, sintió una mano.

¿Un payaso?

—seras la favorita de Batsi. —

¿Quien es batsi para empezar?

No comprendía nada.

Siguió caminando en ese desconocido lugar, camino como si de un laberinto se tratase, un laberinto difícil y frustrante, como si estuviera programado únicamente para torturar sus sentidos junto con su mente.

Sintió el golpe cuando resbaló, no sabe con que pudo haber resbalado, no pudo verlo, seguía con el mismo camisón pero... ¿Dónde estaba la sangre?.

—¿Q-Qué pasa?

Se escandalizó. Escuchó una risa juguetona y algo especial.

               Ha!
            Ha
       Ha
!Ha

—!Ha.....!— Gritó, agitada mientras se levantaba.

Un sueño. solo fue una tonta pesadilla.

—¡Raven!¿Estás bien?— entró Logan y Reyes, sin previo aviso.

—Nada. Un sueño nada más.

Un cuervo sin recuerdos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora