II

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Al día siguiente...

Tomé fuerza para enfrentar lo que estaba pasándome con Grace, fui a casa de mis primos y aguardé por ella afuera para tener la oportunidad de hablar solos, pero el universo no tenía los mismos planes que yo, llegó, el problema es que no estaba sola, la acompañaba un joven que la sujetaba de la mano mientras le hablaba y le sonreía, sentí mucha rabia y frustración, sentí impulsos en mi cuerpo y cabeza como nunca antes, quise arrebatarla de él como si me perteneciera, pero lo único que hice fue encender mi auto y largarme de allí.

Cómo no lo pensé, una belleza como ella ¿sola?, otros como yo notarían su encanto y se lanzarían por su amor y compañía, fantasee tanto que olvidé que la vida no es tan rosada.

De regreso a mi apartamento quise liberar la impotencia que produjo en mi aquel episodio así que llame a Eva, una vez llegó la tomé con fuerza, con rabia, pensando en que otro tenía a quien yo quería, fue algo lleno de locura, lo peor de esto es que Eva se hacía más ilusiones sobre "nosotros", y no hay un nosotros, era un egoísta, pero más tarde la vida me lo cobraría con intereses.

Pasaron los días y honestamente estaba lejos de una oportunidad con Grace, mi frustración crecía y se convertía en desesperación, ni siquiera conciliaba el todo el sueño; una noche salí a caminar para pensar en las opciones que tenía: llamarla, olvidarla, perseguirla, raptarla, tanto pasaba por mi cabeza, se convirtió en una maldita obsesión, mientras estaba enloqueciendo, seguramente ella dormía plácidamente sin siquiera percatarse de mi existencia.

La mañana siguiente recibí un texto en mi celular, me dio esperanzas, mi primo necesitaba que llevara uno de los grupos a una fiesta infantil al otro lado de la ciudad, y ella estaba en aquel grupo. Eran 4 muchachos, el líder se sentó a mi lado en el auto y las tres chicas atrás, estaban emocionados y hablaban de la estrategia a seguir en el evento, yo por mi parte la observaba y leía sus labios por el retrovisor, ella cruzaba su mirada con la mía de vez en cuando y me sonreía.

 Me involucré en la conversación haciéndoles unos cuantos chistes, esto al parecer llamó su atención y por fin empezó a verme, realmente a verme, me dirigía sus comentarios, el corazón rebotaba en mi pecho como un balón, tuve que contenerme para no dejarme llevar. Terminó dicho evento, llegué por ella, perdón, por ellos, disculparás, pero solo ella contaba; sorprendentemente se sentó a mi lado esta vez, una energía descomunal llenaba mi ser, quería abrazarla, besarla y tenerla, esto se estaba saliendo de control, no era yo, y estaba por enloquecer. Hablamos todo el camino de regreso, me contó sobre sus hobbies, lógicamente estaba en la secundaria y pertenecía al equipo de voleibol y a las porristas de su escuela, eso me puso a fantasear sobre su atuendo de porrista y como luciría mientras bailaba, la escuché con mucha atención para no perder detalle, y por fin... la conversación me dio la oportunidad que tanto busqué, le sugerí llevarla a su casa porque quedaba de camino a un lugar donde me reuniría con unos amigos, ella como era de esperarse dijo que no, le daba vergüenza, pero insistí y la convencí.

Ya estando a solas en mi auto le sugerí tomar un café antes de llevarla a su casa y aceptó, la llevé a un sitio pequeño que conozco donde la luz es muy tenue y ponen música agradable para hablar, las cosas estaban resultando, la tenía frente a frente y podía apreciar la belleza de su rostro, una cara tan limpia y tan perfecta, un ángel lleno de inocencia pero de una descomunal sensualidad, difícil no desearla. Hablamos sobre todo, ella, yo, y muchas cosas más, el tiempo pasó de prisa y nosotros sin notarlo. Fue como un sueño cumplido.

Llegamos a su casa y me agradeció tanta amabilidad, yo estaba como en una esfera donde solo habitábamos ella y yo, pero mi esfera se rompió en mil pedazos al notar que su enamorado estaba justo en su puerta, aguardando por ella, el fin de mi pequeña novela, levante la mano cordialmente para saludar, ella se giró para verme, se acercó y de la nada me besó en la mejilla, -¡gracias por todo!- Y con su hermosa sonrisa se alejó; sus labios en mi cara erizaron hasta el último bello de mi cuerpo, era como una descarga eléctrica, puse en marcha el auto mientras que la observaba por los espejos teniendo que perder de nuevo, cuando será el día que pueda expresarle cuánto me gusta, y todo lo que mueve dentro de mí.

Al otro día recordé que comentó el lugar de los entrenamientos a los que asistía, mencionó que en el verano aprovechaban unas horas para no perder la rutina, así que fui en su búsqueda. Llegue al campus y allí estaba, bailando como una sirena, con ese atuendo que la hacía ver aún más sexy de lo que ya la había visto, tiempo después de estar observándola, notó mi presencia y con sorpresa me saludó e hizo un ademán para que la esperara. Al terminar con su entrenamiento corrió a mi encuentro:

Grace: ¡Hola que sorpresa! ¿Qué haces por acá?

Era mi momento ahora o nunca...

Joe: ¡Vine por ti, ayer me divertí con tus historias y quisiera que nos conozcamos más!

Grace: !Wow, bueno que bien! Me cambio y nos vamos.

Joe: Te espero en el estacionamiento.

Tengo que decir que allí fue el inicio de la pesadilla para todos, y como lo dije, si hubiese sabido lo que sucedería, nunca me le hubiera acercado.

Fuimos a un parque de diversiones, amaba verla sonreír, le compré un helado de chocolate, su favorito, jugamos destrezas para ganar un premio, la suerte a mi favor, gané para ella un osito de peluche café con saco de lana y gorro rojo, su cara de ternura no tuvo precio para mis ojos; amigos míos, estoy perdido, acabo de confirmar que tengo sentimientos, esa niña, sin siquiera saberlo estaba venciendo al hombre más aventurero y promiscuo de la historia, Me estoy enamorando- . Esto es verdaderamente una comedia trágica y romántica, te preguntarás por qué, bueno, ya lo vas a saber.

La pesadilla comenzó...

La tarde con ella estuvo maravillosa, razón por la que decidí confesarle mis sentimientos, necesitaba que ella me correspondiera ¡Ya! La tomé por la cintura y con la otra mano sostuve su mentón para que fijara su mirada en la mía y le dije:

Joe: ¡Eres la mujer más hermosa que se ha cruzado en mi vida, me gusta estar contigo y quiero que sigamos saliendo hasta que sientas lo mismo por mi y podamos dar un siguiente paso, me refiero a que quiero tener una relación contigo, algo serio y maravilloso!

Grace: Eres un hombre lindo y divertido, pero no podemos tener nada, tengo una relación con otra persona y llevamos un tiempo ya, lo respeto y lo quiero, contigo me siento a gusto, pero debemos ser amigos -Ella me miraba con una pena y una compasión que me llenaban de tristeza y furia a la vez- perdona si de alguna manera mi actitud te invitó a esto ¡lo lamento en serio!

-Querido lector, sólo quería que la tierra se abriera y me tragara, no supe que responder, sólo la miraba detenidamente tratando de encontrar una palabra adecuada pero mi dolor enmudeció cualquier opción.-

Grace: Por favor, dime algo, me siento muy mal por esto, no es mi estilo hacerle daño a los demás -Sus ojos se llenaron de lagrimas, su cara estaba angustiada y más apenada-

Joe: Yo... -Fue lo único que pude pronunciar mientras con mi mano limpiaba sus lágrimas y acariciaba su hermosa mejilla-

Conduje en silencio hacia su casa, ella tampoco pronunció palabra, fueron momentos eternos. Nunca pronostiqué que todo esto pasaría, ese día quise tener la posibilidad de devolver el tiempo para nunca haberle declarado mi amor, aún más, para no haberla conocido, estaba confundido y demasiado melancólico.

Al llegar a su casa:

Grace: Lamento profundamente esto, quiero que sepas que me agradas, eres un hombre interesante y apuesto, cualquier chica en mi lugar no dudaría en estar contigo, pero respeto mucho los sentimientos de los demás y no puedo hacerle daño a la persona con la que estoy, él es bueno conmigo y no tengo motivos para pensar en terminarlo todo. Espero que puedas comprender y perdonarme. Si quieres te ofrezco mi sincera amistad, piénsalo y estaré esperando por tu respuesta, gracias por todo, ¡me divertí bastante! -Se acercó a mí y cálidamente besó mi mejilla-

No pronuncié una palabra, no pude, mis labios estaban sellados, mi cerebro estaba en shock, la vi alejarse y entrar a su casa y no hice nada para responder su incógnita, estuve allí unos segundos, razonando, inmóvil -cuando entró en su casa golpee el volante de mi auto para desahogarme.




TENGO CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora