Ballet

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(SUBHISTORIA parte 1: prosa poética)

Nada más sonaba en la habitación además de la madera de los apretados zapatos de la joven bailarina y de la suave música de piano de cercana procedencia.


La chica se detuvo en un momento y la música paró, no sin antes redundar un poco con notas cada vez más suaves cortando del todo de forma gloriosa.


La bailarina se acercó a la proveniencia de la ya detenida música, para encontrar a la chica que, de rostro serio, había estado tocando con los ojos cerrados, sin prestar mucha atención a la joven en sus ensayos.


La señorita al piano se levantó del asiento de este y le tendió una mano a la joven, ella aceptó la invitación y, acercándose cada vez más a la pista, empezaron a andar rodeando sus cuerpos con sus brazos, la chica del piano y la bailarina inexperta.


La chica del piano tenía una soltura increíble para ser la primera vez que interpretaba esa pieza de aquel arte, la bailarina dominaba la destreza casi a la perfección y ambas interpretaron la pieza, solamente imaginando la música fluir, aunque en realidad no sonaba nada, solo sus respiraciones y los latidos de los corazones adolescentes acelerados por el esfuerzo.


Una vez que la bailarina no pudo seguir irguiendo sus pies, la chica del piano la sujetó por la cintura para que no siguiera haciéndose daño , la llevó al piano y la sentó delante de él.


Sujetando con cuidado las delicadas manos de la niña, la chica del piano pasó los dedos de la joven bailarina suavemente por encima de las teclas, ella si que nunca había tocado un piano antes y estaba muy perdida, pero la chica guió las manos de la tierna joven, haciendo que esta sintiera las emociones de estar tocando el instrumento.


Una lágrima cayó encima del hombro de la delgada niña, miró a hacia atrás, la chica parecía estar llorando pero en realidad no se le veía triste. Se miraron directamente a los ojos y casi saltan chispas, una conexión inmediata se sentía en la situación.


La chica del piano sonrió de lado, era una sonrisa triste y poco esperanzadora. La joven bailarina se giró completamente y se puso en puntas, semejando la altura de la otra muchacha, para abrazarla, quedando a solo unos centímetros de la cara de esta. Una sonrisa coqueta de la bailarina produjo un intercambio de miradas que terminó en su labios rozándose, primero, muy timidamente y a cada segundo con más pasión y necesidad...





CONTINUARÁ...

Más lejos que nunca. 『MadoHomu』「Madoka Magica」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora