Sedúceme Entre Sombras

::: Capítulo 9 :::

>>Departamento de Esteban<<

Ambos estaban recostados en el sofá, Esteban la tenía abrazada sobre su cuerpo, acariciando su cabello...

E: (suspiró)mmmm... por fin después de 20 años me vuelvo a sentir vivo, no sabes cuánta falta me hacías (sonrió)

M: tengo miedo Teb, tengo miedo a despertar y ver que todo es una mentira (cerró los ojos)

E: no mi vida (mirándola a los ojos) no tengas miedo, te amo y eso hará que sea capaz de defender nuestro amor ante lo que sea, ya no somos los mismos muchachitos de hace 20 años (miró su cuerpo desnudo) ¡eso me queda MUY claro! (sonrió)

M: ¡Esteban San Román! (rojísima) deja de verme de esa manera ¿quieres? (cubriéndose)

E: (riendo) no te tapes, por favor, si sólo te estoy diciendo lo hermosa que estás, ¿por qué te enojas? (riendo más) es que no lo puedo evitar, ¡me encantas!, siempre ha sido así

M: ¡pues sí pero la diferencia es que antes no veía tu mirada pues lujuriosa! (apenada) me debo acostumbrar (riendo) ¡Te amo!

E: ¡yo te amo muchísimo más! (besándola) mi amor, ven, acompáñame a la habitación, te quiero mostrar algo

Ambos se levantaron, se vistieron de nuevo y fueron a la habitación, María se sentó en la cama y Esteban abrió un cajón, de ahí saco una bolsita con anillos...

M: ¿qué es eso?

E: son nuestros anillos de boda y tu anillo de compromiso, los saqué porque quiero preguntarte si ¿aceptarías volverte a casar con este loco, enamorado que hace tiempo te perdió?

M: (emocionada) claro que sí (lo abrazó) porque yo también estoy loca y enamorada pero de ti (sonriendo)

Se dieron un beso profundo, ambos estaban disfrutando su realidad que más bien parecía sueño...

E: mi vida, no me gustaría esperar hasta mañana o una semana o mes para casarnos (sonrió)

M: (riendo) pues por lo menos si tendrás que esperar a mañana porque a esta hora dudo mucho que encuentres un juez

E: te equivocas, si existe un juez que nos puede ayudar, sólo es cuestión de que tú quieras (abrazándola)

M: ¿ah sí?, ¿a esta hora?, ¿quién Teb?

E: Demetrio, él es juez en el registro civil desde hace un año y medio, así que puede casarnos ahorita en su casa si le hablo y le pido el favor (sonriendo)

M: ¿estás loco?, vamos a matarlos de un infarto tanto a él como Daniela y sus hijos van a preguntar quién soy (riendo) ¡no Esteban, espérate a mañana!

E: déjame hablarles y preguntarles qué hacen, si veo que es prudente les digo si no pues me aguanto hasta mañana, ¿sale?

M: es imposible decirte que no, está bien, háblales (resignada)

E: (marcando) bueno, Demetrio, hombre, ¿cómo están?

De: (sorprendido por la actitud de Teb) bien Esteban y ¿tú?

E: de maravilla hermano, oye, hablé para pedirte un favor (María lo fulminó)

De: tú dirás, ¿qué necesitas?

E: primero preguntarte si ¿tus hijos están en casa?

De: no, salieron con los tuyos al "antro" o esos lugares que antes frecuentábamos, ¿recuerdas?