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UN SUSPIRO ESCAPÓ ENTRE LOS LABIOS DE ASTRILDE MIENTRAS apoyaba sus antebrazos sobre el mármol y sus ojos se cerraban mientras la brisa despeinaba sus cabellos. Sólo debía agradecerle a Thor y luego podría irse. No había nada en Asgard para ella. Oyó unos pasos acercándose, pero los ignoró y abrió sus párpados para ver la vista frente a ella. El Reino era verdaderamente hermoso.
—Lady Astrilde.
Su voz estrenduosa resonó en sus oídos y su pulso se aceleró. Giró su rostro para verlo y sintió su boca secarse. ¿Cómo hacía para lucir siempre tan apuesto?
—Thor —murmuró la Comandante enderezándose—, creí que habíamos acordado que ya no me llamarías Lady.
La comisura izquierda de los labios del Dios se alzó y se detuvo al llegar a su lado con las manos juntas frente a él.
—Tienes razón —asintió—, parece que no puedo evitarlo.
Astrilde junto sus labios en una línea y desvió su mirada al Reino, incómoda bajo su atenta e intensa mirada. Sus orbes oceánicos no hacían más que intimidarla.
—Debo irme —dijo la guerrera volviendo su vista a él—, pero antes quería agradecerte, después de todo para eso vine. Me has ayudado y lo aprecio.
Thor notó su extraño comportamiento, como parecía querer mantenerse alejada de él y rehusaba mantener la conexión visual por muchos segundos. Se preguntó que podría haber hecho o dicho para recibir semejante trato y se dijo que probablemente era por no haber estado tan en contacto con ella como debería haberlo estado, pero los reinos lo necesitaban y no podía escapar de sus deberes.
—Te extrañé —admitió dando un paso más cerca de ella.
La Comandante tomó una bocanada de aire entrecortada y se sintió débil frente a él. Todas sus barreras cayeron y su mirada se suavizó.
—También te extrañé, pero pareces ocupado con Jane y no quiero entrometerme entre ustedes.
Los ojos del Dios se abrieron casi imperceptiblemnte al comprender lo que ocurría con ella. Estaba celosa de Jane, pero no la culpaba. De repente aparecía con una midgardiana de la cual nunca le había hablado, pero quien sólo era su amiga. En algún momento la había visto como algo más, pero entonces Astrilde había aparecido en su vida y puesto su mundo de cabeza con su postura demandante y sus increíbles habilidades.
