¿Es posible?

437 73 37
                                    

Ya habían pasado algunas semanas desde que Kibum y yo volvimos, desde ese momento no había podido dejar de sonreír, y es que me pasé una temporada completa tratando de volver con él y al fin había pasado.

Me dirigía hacia su casa para así poder estar un tiempo con él. Toqué su puerta y él me recibió con una linda sonrisa que sin duda me encantaba.

—Hola pasa —dijo mientras se hacía a un lada para poder pasar, yo sin duda no lo pensé dos veces y me adentré. Había estado unas cuantas veces en su casa pero nunca habían echado un vistazo a lo linda y cómoda que era, había algunas fotos de Kibum y sus padres en unos muebles y en las paredes, se veían muy felices.

De pronto una pregunta surgió desde lo más profundo de mi ser, ¿dónde estaban sus padres? Aunque nunca había estado horas en su casa, sentía que si había estado lo suficiente como para notar la presencia de sus padres en la casa, pero eso nunca pasó. Un escalofrío recorrió mí cuerpo al pensar que sus padres ya no estaban en este mundo, pero no podía comenzar a sacar conclusiones yo mismo si tenía a Kibum a mí lado, por lo que decidí preguntarle directamente.

—Hey, Kibum, ¿dónde están tus padres? —. Pude notar como su cuerpo se ponía un poco tenso al escuchar la pregunta, por lo que temí lo peor. Pero luego volvió a estar relajado por lo que me sentí confundido.

—Mis padres no viven conmigo— sólo bastó que dijera eso para que mí curiosidad despertara.

—¿Por qué no?.

—Pues, digamos que no les cayó muy bien el saber que era homosexual y literalmente me echaron de su casa — explicó con tanta tranquilidad que en algún momento pensé que decía a modo broma, pero al estar tan serio me hizo saber que era cierto.

Me acerqué a él para poder abrazarlo y darle un poco de consuelo, fue bastante cruel lo que sus padres habían hecho y eso me hizo agradecer el apoyo que me dieron mis padres al saber que yo era gay, no estoy diciendo que me aceptaron desde un principio, de hecho me trataron bastante mal y no me hablaron por un buen tiempo, pero en el fondo sabía que algún día me iban a aceptar y eso pasó en unas semanas más mientras estábamos cenando. Quizás haya sido malo al principio pero nunca mis padres tuvieron las intenciones de botarme a la calle, por lo que era algo triste que los padres de Kibum sí lo hicieran. Nadie debería de pasar por eso.

Mientras seguíamos abrazados lo llevé hacia el sofá para poder estar más cómodos, no estaba llorando pero si sentía un poco de tristeza en él. Su cara estaba enterrada en mí pecho por lo que tomé su mentón para que me pudiera ver. — ¿por qué sigues teniendo sus fotos? —pregunté al percatarme de eso.

—Son mis padres, aunque me hayan dado la espalda los sigo queriendo, ellos fueron las personas con las que yo más conviví —. Y tenía razón, el cariño nunca se va.

Acerqué su rostro al mío y comencé a besarlo muy despacio, pero luego nuestro beso se volvió más feroz e intenso, tiré un poco de él para que así pudiera estar sentado en mí regazo, yo rodeé su cintura y él rodeó mi cuello, nos separamos un momento para tomar aire y volvimos a unirnos, noté que su boca se abría un poco más de lo normal por lo que adentré mi lengua dentro de su cavidad, nuestras lenguas hicieron contacto y nuestra saliva comenzaba a mezclarse, estuvimos así un rato pero comenzaba a sentir como el aire se iba de mi cuerpo por lo que me separé, no sin antes morder parte de su labio inferior.

—Jonghyun, quiero hacer el amor contigo.

—Yo también, pero, no creo que este sea el mejor momento.

—¿Por qué?

—No lo sé, siento que aún no estoy preparado para dar un siguiente paso—dije mientras que con mi dedo recorría su cara. Pude ver como él me sonrió y bajó de mi regazo para sentarse al lado mío.

—Bien, entonces veamos una película hasta que nos quedemos dormidos —se levantó para poner una película que era desconocida para mí.

El resto del tiempo fue tranquilo y agradable, no nos separamos en ningún momento y yo me sentía demasiado feliz por eso. Mientras Kibum dormía apoyado en mi pecho comencé a pensar en todo lo que hemos pasado para conseguir nuevamente ser novios y llegué a la conclusión de que valió la pena todo.

Un sonido hizo que me sobresaltara, pude notar que el sonido provenía del celular de Kibum. Alguien lo estaba llamando. Con mucho cuidado de no despertarlo tomé su celular y miré la pantalla percatandome de que un número desconocido lo llamaba, luego de unos segundos peleando conmigo mismo me aventuré a contestar la llama, puse el celular en mi oído para escuchar lo que decía esta persona, al principio se oía un poco mal, pero luego la línea se aclaró.

— ¿H-ola, Ki-bum? — se escuchó un poco cortado, aclaré un poco mí garganta para tratar de hablar igual que Kibum.

—Si, ¿Quién es?

—Oh Kibum, ¿cómo estás? —. Me sentí un poco culpable al fingir ser Kibum y estar escuchando algo que yo no debería de saber. Kibum comenzó a removerse por lo que asustado colgué rápidamente y puse su celular donde anteriormente estaba, pero Kibum solo se volvió a acomodar y siguió durmiendo, suspiré para luego volver a escuchar un sonido proveniente de su celular.

Lo tomé para ver que un mensaje le había llegado.

Kibum lo siento si te asuste, pero de verdad quería hablar contigo. No nos conocemos pero de verdad quiero que tu sepas quien soy y yo quiero conocerte en persona. Si algun día deseas hablarme ya tienes mi número.

-tú hermano.

La culpa me golpeó aún más fuerte pero aun así traté de mantenerme calmado. No quería ocultarle a Kibum nada, pero quería asegurarme que nadie de su familia quisiera volver a lastimarlo, por lo que borré el mensaje junto con el registro de la llamada, no sin antes guardar el número en mí celular, suspiré y me froté la cara con las manos algo confundido, de verdad no debería de estar haciendo esto, pero una vez que sepa si de verdad es su hermano le diría enseguida a Kibum todo, pero de momento sería solo mí secreto.

Traté de no darle más vueltas al asunto y me acomodé junto a Kibum para poder dormirme, luego de unos segundos caí dormido.

Él constante movimiento a mi lado me despertó y cuando mire hacia esa dirección me di cuenta que era Kibum quien se movía agitadamente, pensé que estaba despierto a si que decidí hablarle.

— ¿Kibum? —pero nada pasó, así que supuse luego que estaba teniendo una pesadilla o algo por el estilo.

Mamá, ¿dónde estás?. Tengo tanto que contarte, ojala me perdones, lo siento —por lo general siempre solía llorar por todo y esta no era la excepción, mis ojos se llenaron de lágrimas al saber que mi bebé estaba sufriendo. No sabía desde cuando él tenía las mismas pesadillas, pero al recordar sus fotos él se veía demasiado joven por lo que supuse que esto ya le estaba pasando desde un buen tiempo.

Harto de verlo de esa manera decidí despertarlo pero me fue imposible hacerlo, al tocarlo pude notar que estaba muy sudado y eso me asustó, mas no sabía que hacer por lo que en una acción involuntaria lo abracé esperando a que él se detuviera, y funcionó. Kibum al sentir mis brazos rodeandolo se calmó inmediatamente y se acurrucó en mí susurrando por última vez.

—Mamá.

Sin duda necesitaba hablar con ellos por el bien de Kibum, pero mientras tanto lo único que podía hacer era apretarlo más cerca de mi y besar su frente mientras susurraba algunas palabras para que él se sintiera bien.


Siento que he sido tan genial por actualizar esta historia tan seguido y que también les tengo una sorpresa, que les contaré después. De momento les doy las gracias por leer 💖💖

Amo tu indiferencia  [JongKey] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora