|Give me your hand,
I'm never gonna let go.
- ¡Steve! ¡Ocupo tu ayuda! - exclama la azabache, llegando a trote a su lado para luego tomar su brazo y sacudirlo, deteniendo su caminar.
- ¿Qué? ¿Qué sucede Can? - cuestionó el rubio girando su cuerpo hasta quedar de frente a ella, sonriendo para sus interiores.
-Necesito que me ayudes a elegir mi atuendo, hoy tengo una cita con Owen en el restaurante aquel de Shawarma al que frecuenta Tony. - murmuró ella y con esas palabras la sonrisa de Rogers bajó levemente.
-Oh, otra cita con Troy...
- Sip. - afirmó con la cabeza emocionada buscando la mirada de su mejor amigo que parecía ver más allá de ella. - ¿Steve? ¿Sigues aquí?
-Sí, sí. No te angusties. Vamos a elegir tu atuendo. - dijo sin verle, caminando con prisa hacia la habitación de la chica, irónicamente pasándose por dos puertas.
-Steve, mi habitación está aquí. - murmura extrañada, recostada al umbral de la puerta a la misma.
-Cierto, cierto. Yo... quería comprobar que estuvieras atenta. - dice dando la vuelta, entrando tras ella al cuarto. - ¿Te dijo de que iba la cita?
-No, no mucho; dijo que tenía que hablar de algo muy importante conmigo, más bien, preguntarme algo importante. - decía ella mientras sacaba varios conjuntos de su armario y los lanzaba a su cama, cayendo todos a un lado de Rogers. - ¿Crees que me pida matrimonio? Digo, llevamos cuatro años de novios y siete de conocernos; es lo más lógico.
Ante tal pregunta el rubio se mantuvo en silencio, una imagen rápida de Candice, su mejor amiga, el amor de su vida, en un lindo vestido blanco, su cabello con algún hermoso peinado, caminando con su total belleza de siempre hacia el altar donde el desgraciado de Troy la esperaría para al fin casarse, pasó por su cabeza. Mordió su labio inferior para reprimir alguna mueca, mientras clavaba su mirada en el piso alfombrado de la habitación.
|Take my heart,
take my coat,
honey.
- ¿Steven? ¡Rogers! ¿Me escuchas? - dijo ella, chasqueando sus dedos frente a la cara de él con el fin de llamar su atención.
-Sí, sí, sí, lo siento, ando algo agobiado con la última misión.
-Bueno, haré que te creo, ahora dime. ¿Azul o blanco? - cuestiona enseñándole ambos vestidos.
-Blanco, resalta más tu cabello negro. - le dice viendo el susodicho a lo que ella sonrió y se adentró al baño a cambiarse.
La mirada azul del supersoldado se quedó fija en la puerta, pensando en lo idiota que fue y es. Desde que la chica llegó al antiguo SHIELD había captado su atención, le había cautivado su mirada tan delicada e inocente que escondía un pasado lleno de tortura y dolor, había sido cautivado por la belleza de la chica, como no perdía su luz y color ni en los peores momentos; había quedado flechado por una chica 70 años menor que él, y esa era la razón por la cual sus sentimientos habían sido encerrados en un baúl por ya casi nueve años.
Él se juró que al no poder hacerla feliz por sí mismo, daría todo por verla feliz con alguien más.
- ¿Cómo me veo? - preguntó Candice cuando salió del baño luciendo ese vestido blanco que le encantaba a Steve ya con los tacones blancos puestos y un pequeño sombrero decorando su cabello.
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One-shots de Marvel
Hayran KurguTe ofrezco la oportunidad de entrar a mi historia y leer estos relatos que contienen docenas de emociones, felicidad, estrés, dolor, tristeza, comprensión, enojo, reflexión, entre otras. ¿Estás dentro?