Taylor Schilling es una mujer con un gran corazón que le gusta ayudar a los más necesitados dando donativos a fundaciones de todo tipo y buscando el bienestar de las demás personas, actualmente es la directora del negocio de los Schilling que son du...
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Decidí levantarme temprano para salir a correr y despegarme un poco pues no pude dormir, la llamada de ayer me preocupo y a la vez pensativa sabía que esto tarde o temprano iba a pasar quise huir de mi pasado y ahora mi pasado me ha alcanzado, lo peor es que me alcanzo en uno de mis mejores momentos de mi vida pues estoy locamente enamorada de Laura pero no quiero ponerla en peligro ni que le hagan daño por mi culpa. Decidí regresar a la casa pues tenía que irme a la oficina para arreglar mi viaje a Los Cabos, mientras me dirigía a la casa iba escuchando por la radio de mi ipod que se pronosticaban lluvias muy fuertes a Miami a partir de hoy en la noche y todo el fin de semana.
Llegue a la casa y todo estaba muy sereno y tranquilo parece que Laura aún seguí dormida, fui directo a mi cuarto y me fui a bañar, me cambie y me puse un ligero maquillaje y mi cabello medio ondulado y suelto, salí del cuarto y fui directo a la cocina encontrándome a Laura preparando el desayuno.
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- Hola, buenos días Laura – Le dije mientras me acercaba y me servía un poco de jugo de naranja y café.
- Hola Tay buenos días – Me regalo una gran sonrisa lo que me provoco escalofríos en todo mi cuerpo - ¿Cómo estás? – Su pregunta me saco de onda.
- Bien, ¿Por qué? – le dije mientras tomaba un poco de café.
- Bueno... ayer... después de la llamada que recibiste.... Cambio mucho tu actitud... estabas muy pensativa, sería y me atrevo a decir que preocupada.... Por eso lo pregunto... - Me dijo Laura haciendo pequeñas pausas y nerviosa.
- Lo siento mucho, no fue nada importante todo bien – Fue lo único que se me ocurrió decirle y le regale una pequeña sonrisa de lado y creo que acepto mi "excusa" porque también ella me regalo una media sonrisa.
Decidimos desayunar tranquilamente sonriéndonos cada vez que nos volteábamos a ver, estaba muy guapa y no podía dejar de ver esos bellos ojos verdes que me tienen loca de amor por ella, terminamos de desayunar y salimos juntas rumbo a nuestros respectivos trabajos, al llegar a mi oficina le pedí a Andy que apartara un boleto de avión de iba y vuelta a Los Cabos, México para el día de mañana viernes, mientras estaba dándole los últimos detalles a la maqueta del hotel para hoy mismo presentarlo en la tarde con los socios y dueño del hotel.
