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Enorme habitación monocromática, con un aspecto a viejo por su falta de uso y limpieza, un mal olor a suciedad, telarañas y seguramente un animal muerto invadían mis fosas nasales al llegar al final de las espeluznantes escaleras y entreabrir un poco la puerta con la esperanza de que cualquier tipo de cosa viva -o muerta- saliera de ésta antes de quiza causar mi propio infarto que me llevaría a descansar en paz.
Neh, mentira.
Me quedaría en el mundo de los mortales con el único objetivo de molestar a Jungkook las veces que quiera.
La manera bajo mis pies crujió como rebanadas finas de papa frita recién hechas, los vellos de mi cuerpo instantáneamente se crisparon, mi corazón bombeaba la sangre muy rápido, la adrenalina se empezaba a expandir por todo mi cuerpo y sentí las ganas de gritar "Vamonos a la verga", pero recordar que era la única persona que se encontraba dentro de esta horripilante habitación me hizo modificar un poco mi frase a "Me voy a la verga".
Podía parecer una chica dura, que no le temía a nada ni a nadie, pero seamos sinceros, soy un amor de persona.
Solo yo le decía a Jungkook que se veía feo cuando se despertaba con una horrible resaca, solo yo le daba los dulces que no me gustaban cuando el pelinegro se sentía mal, osea, admírenme par de egoístas, ¡Min Lu para presidenta!
~Prometo siempre cuidar tu corazón bebé~
Oh no, ya estoy diciendo estúpideces, siempre que me pongo nerviosa o siento miedo empiezo a pensar como puedo combinar carne con pasta de dientes o si un conejo puede tener crías con un gato.
Es interesante, ya que puedo aparentar mi miedo cuando veo películas de terror que solo yo sé, me dejaran con un gran insomnio que no colaborará con las ilusiones de mounstro bajo mi cama o asesinos esperándome fuera de casa. Soy una puta masoquista. Y aún así amigos míos, estaba en la azotea de mi casa, a las 10 y algo más de la noche, intentando buscar una caja llena de grabaciones en medio de la maldita oscuridad, porque sí muchachos, las bombillas de luz no funcionaban ni mierda.
Puta masoquista, hija de tu madre, maldito sea el momento en el que se te ocurrió ahogar tus penas con esta mierda que no te dejará dormir hasta la próxima semana.
De pronto el sonido de algo moviéndose me hizo detener en mi trabajo de iluminar mi al rededor con la linterna de mi celular y mirar para todos lados intentando encontraba la cosa que casi había ocasionado que me orinara en mis enormes pantalones.
ㅡ¿Jungkook? ㅡexclamé con esperanza.ㅡ Por favor dime que eres tú idiota ㅡruido de cajas moviéndose escandalosamente sonaron detrás de mí y con el corazón en la garganta volteé sobre mis talones rápidamente para alumbrar la zona.ㅡ Esto no es gracioso Jungkook, por favor sal ㅡrogué con desespero.
Risas fuertes se escucharon dentro de la casa y pude distinguir el peculiar timbre que poseía mi amigo al reír.
