My one and only

Pelea

Harry dormía tranquilamente cuando el ruido de unos picoteos en la ventana lo despertaron. Lentamente se incorporó en la cama, se talló los ojos y se colocó los lentes que se encontraban sobre su mesita de noche, al mirar, pudo notar a una gran lechuza blanca que revoloteaba frente a su ventana, rápidamente se levantó de la cama y corrió a abrirle al ave, quien entro con aire altivo y sin voltear a ver al moreno, colocó un sobre y salió de la habitación. Sin pensarlo dos veces, Harry abrió la carta y la leyó.

Te veo frente al lago antes del desayuno, es urgente.

No llegues tarde.

DM.

¿Por qué quería verlo con tanta urgencia? ¿Le habrá pasado algo? Rápidamente se dirigió al baño para tomar una ducha y arreglarse, al terminar se fue directamente al lugar indicado a esperar a Draco.

- ¿Se puede saber porque te pones a jugar contra un Troll? –se escuchó una voz detrás de él.

- ¡Draco! –brincó Harry –me asustaste...

- ¿Te asusté? ¿Te asusté dices? ¿Y cómo te imaginas que estaba yo al enterarme de que habías peleado con un Trol? ¡Un Troll Harry James Potter Evans! –regañó el rubio.

- Lo... lo siento Draco... yo... yo no sabía que...

- Solo... no me vuelvas a hacer eso... -dijo en tono bajo el Slytherin antes de abrazar al moreno –no vuelvas a poner tu vida en riesgo. Deja de buscar problemas.

- Yo no busco problemas, ellos me buscan a mí –bromeó Harry aún en los brazos del rubio, quien le dio un suave golpe en el brazo –prometo tratar de no meterme en problemas –añadió –Draco... tengo que... comentarte algo.

- Dime –respondió intrigado el rubio separándose del Gryffindor para verlo a los ojos.

- Anoche, durante el asunto del Troll, el profesor Snape estuvo muy sospechoso, estoy casi seguro de que tuvo algo que ver.

- ¡¿Mi padrino?! –exclamó Draco, tapándose la boda y lamentándose enseguida.

- Tu... ¿Tu qué? –preguntó sorprendido Harry– ¿Snape es tu padrino? ¿Por qué no me lo habías dicho? –preguntó.

- Porque se supone que es un secreto, mis padres y el me pidieron no decir nada para evitar malos entendidos sobre preferencias y todo eso. Promete que no vas a decir nada.

- Lo prometo –respondió el Gry aun sorprendido.

- Entonces, ¿Que me decías de mi padrino?

- Bueno... yo lo vi muy sospechoso –continuaba no muy seguro de revelar la información en ese momento- pensaba que, tal vez, él había dejado entrar al Troll, para poder ir con el enorme perro sin que nadie se diera cuenta.

- ¿Insinúas que mi padrino quiere robar lo que sea que haya en ese lugar? –pregunto Draco ofendido.

- Yo... yo solo pensé que...

- No Harry –Interrumpió –conozco muy bien a mi padrino y sé que el sería incapaz de hacer algo así.

- ¡Pero Draco!, tenía la pierna lastimada, el perro pudo morderlo.

- Dije que no, y si no confías en lo que te digo tampoco confías en mí –sentenció.

- Si confío en ti, pero eso no quiere decir que confíe en él, no entiendo porque una cosa tiene que ver con la otra.