6 DEMONIOS - BTSxJimin

*3*

Jimin dormía plácidamente en una suave cama, era muy suave, demasiado para ser exactos. "¿desde cuándo mi cama es tan suave?" pensó mientras se estiraba en la cama sin abrir los ojos.

- Oh, está despertando – dijo una suave voz.

Al escuchar esto Jimin abrió los ojos completamente y comenzó a observar todo a su alrededor. Se encontraba en una gran habitación, predominaban los colores morado y negro. La cama en donde estaba acostado era tres veces más grande que la suya y estaba cubierta por sábanas de color morado oscuro.

- ¿Dónde estoy? – preguntó girándose hacia el lugar de donde provino la voz.

Sentado en una silla junto a él, se encontró con la mirada de un pequeño chico de piel pálida, cabellos plateados y ojos dorados. Jimin quedó fascinado por ese par de pupilas que parecían hechas de oro.

- ¿Q-quién eres? – pregunto en un hilo de voz.

- No es necesario que sepas mi nombre ahora, levántate y ven conmigo – dijo el de cabellos plateados con su fina voz.

- ¿A dónde vamos? – preguntó poniéndose de pie, noto que aun traía su piyama y se avergonzó.

- Te llevare con el Amo.

- ¿n-no debería cambiarme primero?

- No hay tiempo, sígueme.

Jimin no dijo nada más y siguió al chico, no encontró sus pantuflas y el piso estaba helado, pero no dijo nada y continúo caminando.

Salieron de la habitación y comenzaron a caminar por un largo pasillo, Jimin estaba asombrado, las paredes eran de color morado y tenían decoraciones doradas, incluso el piso era dorado.

- ¿acaso el piso es de oro? – pregunto dudoso.

El pequeño de cabellos plateados soltó una suave risa y asintió con su cabecita.

- Así es. El amo lo prefiere de ese material – dijo sonriendo.

Continuaron caminando y Jimin no podía dejar de observar las paredes, noto que incluso habían piedras preciosas incrustadas en las paredes.

Luego de caminar por al menos diez pasillos por donde no se consiguieron con ninguna otra persona, finalmente llegaron a unas grandes puertas de oro. Se quedaron de pie frente a estas y hubo un largo silencio, luego de unos segundos se escuchó una voz grave proveniente del interior.

- Pasen...

El de cabellos plateados abrió con delicadeza las puertas dejando ver el interior de una gigantesca habitación, en vez de paredes había estantes con miles de libros y había muchas mesas con exuberantes tesoros sobre estas.

Los ojos de Jimin se iluminaron al ver tanto oro y diamantes, comenzaba a preguntarse ¿Quién era el dueño de tan numerosas riquezas?

Sus dudas fueron resueltas cuando observó a un hermoso joven sentado en una imponente silla en el centro de todo. Su rostro era perfecto, sus ojos eran dorados pero mucho más brillantes que los del chico que lo guió, su piel era color canela y sus cabellos eran castaño claro, estaba vestido con un caro traje color gris y morado.

Sin duda él debía ser el Jefe, Jimin estaba muy impresionado, su mente regreso cuando volvió a escuchar la voz grave de hace un momento.

- Baekhyun déjanos solos.

Jimin no sabía qué hacer ni que decir, se sentía ridículo al presentarse frente a esa persona con su vergonzosa pijama y descalzo.

- Park Jimin, siéntate – volvió a decir el joven frente a él.