Aliento

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Pude ver el suyo

a través del frío de la mañana,

parecía una paz sincera

aunque en realidad no era nada.


Se mezcló bien con el aire

y dejé de apreciarlo,

nada más que eso

o quizá respirarlo.


Sentir esa tranquilidad

soltada durante un suspiro

y verlo pasar frente a mis ojos

con un hermoso sonido.


El sonido del silencio,

el que siempre respetaba,

el que reinaba por las noches

y los pensamientos acompañaba.


Intenté analizar mi aliento:

era denso, era gris

emanaba confusión

en un intento de ser feliz.



Valentina Delgado Beltrán.

Para un alma rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora