Park Young Mi una chica a la cual la persiguen los problemas, vive cada día con ellos, sin hogar ni nadie que se preocupe por ella... desde pequeña siendo la oveja negra, adoptando una actitud fría y desconfiada con cualquiera.
Somos los responsabl...
–PovYoung– Decide ir a pasar unos días al centro de Seúl, contaba con un apartamento ahí, no tan lujoso pero estaba bien.
Me sentía algo decaída, era por las estas fechas supongo. Se acercaba la fecha de sepultura de mi madre, a pesar de que no fue la mejor de todas, ni se preocupaba tanto por mi, pero eso no quitaba que esas fechas me afecta
Llegue al edificio, subí y entre al departamento, solo tire la pequeña maleta que llevaba conmigo en el sillón y me dirigí a mi cama, me sentía triste y no quería pensar en nada.
Me acosté en la basta cama y me dispuse a dormir.
–POV JUNGKOOK–
–Estoy cansado– dije sin aliento.
–Yo también, me duele todo el cuerpo– dijo Taeyung haciendo una mueca de dolor
–Vamos chicos, todavía nos falta más– dijo Hoseok parado frente a nosotros tendiendo nos la mano para que nos levantáramos.
–Claro, aquí nadie es una maquina de baile como tu, hyung– dice Jimin con cansancio y con las manos en la cadera.
–Hoseok, pasemos el ensayo para mañana… yo también me siento… cansado– Dice Namjoon casi sin aliento, sentado en una silla en el rincón.
–Esta bien, pero si no sale bien en el escenario, no digan que no se los dije– dijo Hoseok pasando la mano por su cabeza haciéndose el pelo para atrás.
–¡Bueno ya! salgamos a comer de una vez por todas, que me muero del hambre– dijo Yoongi casi exaltado.
Después de que cada uno tomo una ducha, nos dirigimos a un restaurante que estaba en el centro de Seúl no muy lejos de donde residiamos.
Le dijimos al gerente del restaurante que queríamos una mesa apartada de todos, para así poder comer más a gusto, el gerente en seguida nos reconoció y así lo hizo.
El restaurante contaba con un área VIP que por fortuna, esta se encontraba vacía.
Pedimos la comida, estábamos a gusto comiendo sin la interrupción de cámaras o personas que a cada rato quisieran una foto. En general no me desagradaba, pero disfrutaba pasar mi tiempo como una persona normal, comiendo con mis amigos.
Terminamos de comer y salimos del restaurante. Dispuse que quería ir a jugar vídeojuegos en mi departamento, Jimin, Hobi, Nam y Jin decidieron ir al cine. Tae y Suga quisieron ir a un bar por unos tragos.
Como traíamos 2 vehículos el de Jin y Tae les dije que me iría caminando, para que no se preocuparan por ir a dejarme y porque necesitaba despejar mi mente, al principio no quisieron pero me aparte de ellos antes que quisieran llevarme.
Me encontraba caminando de regreso a mi departamento, iba pasando por la acera cuando escuche unos quejidos que venían de un callejón.
No hice mayor caso y seguí caminando, cuando los quejidos se intensificaron casi al punto de volverse gritos, así que decidí ir a ver de donde provenían el ruido.
Me encontré con una mujer de tal vez unos 22 años.
Se encontraba recostada de hombro en la pared, tenia una botella vacía de whisky en la mano y se tambaleada de lado en lado. En la cadera tenia un arma, eso me asombro mucho, puesto que es una chica, no es común que ellas carguen un arma.
Estrelló la botella de whisky en la pared y empezó a lanzarle puñetazos a la pared, con mucha furia y repetía cosas que no alcancé a escuchar.
De inmediato que hizo eso, me apresuré a tomarla de la cintura alejándola de la pared, pegándola a mi cuerpo, para que dejará de hacer eso.
Se giró a mi al momento que sintió mi tacto en ella, al parecer no se había dado cuenta de mi presencia.
Nos quedamos viéndonos unos segundos que podrían haber sido minutos, no me di cuenta del tiempo. Y se desmayó en mis brazos.
–POVYOUNG– Estaba en mi cama tratando de dormir, pero no podía, muchos recuerdos me atormentaban.
Me dirigí a la cocina y saque del bar una botella de vodka, dude mucho en abrirla, ya que la última vez que tome sin medida y teniendo este tipo de pensamientos en mi mente, no acabe bien que se diga.
Abrí la botella y me serví, 1,2,3,4… tragos acabando me la botella. Me sentía mareada. Saque otra botella del bar solo que esta era de whisky.
Seguía tomando directamente de la botella y tomaba más al recordar lo que era de mi vida, trataba de olvidar todo.
Me puse de pie y me tambalee cayendo al piso, me levante de nuevo agarrando la botella de whisky de la mesa, sentía que las paredes y el espacio se reducían y me dispuse a salir del departamento.
Tome mi arma, ya que no me gusta andar expuesta, como pude salí del edificio y camine sin rumbo fijo bebiendo de la botella de licor.
Me adentre a un callejón que tenia al fondo unos botes y bolsas de basura, sabia que allí pertenecía, junto a la basura.
Me recoste encima de estos, cerré lo ojos de momento, pero no me era posible tan siquiera dormir de lo borracha que me encontraba, los recuerdos, palabras, momentos y acciones, me atormentaban de nuevo.
Me levante y camine agarrándome de la pared, me empecé a quejar de todo y me detuve, quería llorar, escapar de todo, que todo fuera diferente. Pero no era así, nada borraría mi pasado.
Estrelle la botella de whisky contra la pared con furia queriendo que la botella fuera todo lo jodido de mi vida y al quebrarla se deshicieran mis problemas, comencé a golpear la pared con mis puños haciéndolos sangrar.
De repente siento unas manos posicionarse en mi cintura alejándome de la pared, me gire a ver de quien se trataba, quien era el que interrumpía mis desquites, quien se atrevía molestarme en mi miseria.
No pude divisar bien el rostro de la persona, todo me daba vueltas, lo único que pude notar es que era un hombre más alto que yo y me miraba directamente.
Me sentía mal también físicamente y desfallecí en sus brazos.