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La vida no podía estar más contenta conmigo, sentado en el sillón donde como ahora habitualmente leía documentos de mi trabajo, me quedé pensando en la nada.
Mi mirada absorta en la puerta abierta justo frente a mi, desde días atrás no podía tener nada en la cabeza más que el sólo pensamiento de que mi Kouki estaba esperando un hijo mío.
Kouki, parado en la cocina preparaba pastel, su cuerpo más pequeño y frágil que el mío se veía porfin en buen estado y eso me hizo pensar que su preocupación a mi reacción lo hizo ponerce mal.
Su voz lejana me hablaba acerca de su día y yo sólo observando lo hermoso que estaba a cada segundo guardaba silencio, escuchando su dulce voz.
—Kouki.
Hable y él desde el otro lado de la cocina, moviendoce lenta pero energéticamente siguió hablando de como todos le decían que su embarazo de apenas 2 meses se veía más de lo debido.
—Kouki, cariño.
Volví a hablar suavemente observando ahora su lindo delantal y como cambiaba la conversación a que un conocido muy grosero le había dicho gordo.
Estás precioso, quize hablar pero él no me lo permitió mientras dándome la espalda tallaba distraído su panza apenas haciendoce más visible.
—Y no lo creerás Akashi-kun yo soy pacífico pero estuve apunto de golpearlo por decirnos gordos a mi y a mi bebé.
—Kouki.
—¡A! Pero lo que hice después fue ir a comer pay de limón al lugar más cercano, si no lo hacía, tú hijo saldría con cara de pay.
—Kouki.
—Y no creeras la vida de un embarazado, todos parecen preguntarte con la mirada ¿Porqué tu panza es tan grande? ¡Como si no supieran que yo..
Yo sentado de la misma forma no pude evitar pensar que él, embarazado se volvía simplemente más distraído, amable y soñador.
Una luz invisible lo rodeaba y yo dándome por vencido al tratar de decirle que no se esforzara demasiado no hice más que dejar mi trabajo de lado y prestarle toda la atención que sólo él se merecía.
Observando todo de él volví a hablar diciendo lo que en un principio quería y Kouki sin prestar atención siguió contándome sus aventuras como "nuevo embarazado" como las llamaba.
—Gracias por ser parte de mi Kouki, tú eres mi rey y él o ella serán mi tesoro.
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B e b é 's • Akafuri •
Short StoryLa vida de Akashi se agita sólo de escuchar esas palabras. Tan únicas, tan importantes y radicalmente maravillosas.