B e b é 's • Akafuri •

T R E S

🎀

Yo no podía negar que ser padre sería la aventura más larga, más hermosa y también la más aterradora.

La verdad era que ya quería tener entre mis brazos al pedacito de vida hecho por mi y por Kouki.

¿Cómo sería él o ella?
¿Tendría ojos cafés o rojos?
¿Quizá dorados?
¿De qué color sería su cabello?
¿Tendria parecído a mi madre?
¿Sería tan hermoso o hermosa como Kouki?
¿Heredaria mi personalidad?

Habían millones de preguntas en mi mente y acostado en la cama junto a mi todo, disipabamos y tratábamos de adivinar el futuro.

—Tendrá el cabello café, puedo asegurarlo.

—¿Qué dices Akashi-kun? Yo quiero que tenga tú cabello.

—¿Sí?

—Por supuesto y si no tendremos miles de bebés hasta que salga con el cabello rojo.

Aseguró Kouki mientras acostado en mi pecho jugaba con mis dedos.

Yo sólo acariciaba su panza con mi mano mientras olía su fresco shampo.

Todo él me enamoraba.

—¿No lo querrias si fuera castaño?

—¡Claro que si! pero yo...

Sentí como se hundía más sobre mi y yo abrazando más su gran cuerpo con 5 meses de gestación le bese el cabello.

—Dilo dulzura.

—Cuando me dices así puedo sentir como el bebé se mueve.

Yo reí y él perdiendo su timidez ante mi acción se sienta arriba de mi y suavemente me besa en la nariz.

—Yo

Me besa en las mejillas, en cada una.

—Quiero

Me besa la frente y acomoda mi cabello.

—Tener

Toma mi nariz y la sacude con la suya, en un beso ezquimal.

—Más bebés

Dice y me sorprende cuando me besa en los labios, indeciso, feliz, dulce.

—Con Akashi-kun.

Termina abriendo los ojos y encontrando los míos.

Yo estoy conmocionado, cualquier otra persona hubiera dicho que sólo tendría un hijo, Kouki es fuerte y nunca se queja acerca de los mareos, de los dolores de espalda, del hambre excesiva.

Y ahora acaba de soltarme que quiere más hijos conmigo.

—¿Tú no quieres?

Me pregunta con las pestañas agitadas, lágrimas a punto de salir y entiendo lo sensible que está y reaccionando porfin le devuelvo el beso de la manera en que yo quiero.

Acostandolo en la cama me pongo sobre él, sin lastimarlo, acaricio a muestro hijo y lo beso otra vez.

—Yo quiero todo lo que tú quieres, si tendrán que ser 50 hijos para conseguir al pelirojo, nos esforzaremos.

Él ríe y siento mi mundo inestable.

*Akashi y Kouki no saben si es niña o niño porque quieren que sea sorpresa.