Un hechicero llamado Akashi hizo un pacto con un rey de un reino que no se puede mencionar, para que el príncipe Ryōta se casara con su hijo Taiga. Sin embargo el príncipe se caso con un herrero grosero y degenerado. Encima Taiga termina generando...
°-Lo otro lamento si Kise o Aomine me quedan muy Ooc, la verdad es la primera vez haciendo un fic con ellos de principales. Advertencias/Spoiler: Leve trocito lemon Akafuri. La insinuación de Kotarō con respecto a Aomine no lo tomen personal, en las época medieval la gente de color era tratada no muy bien. ---------------------
Un pesado dolor de cabeza le punzaba, sentía náuseas y tenía olor a vomito en la boca. Abrió los ojos algo confuso; Ese lugar no era su casa, ni tampoco el castillo de los padres de Kise. No se acordaba que había ocurrido exactamente, pero al no ver a Ryōta supo inmediatamente que había algo malo.
Seguramente la cagó al beber, sabía que iba a tener que hacer algo al respecto para arreglar las cosas.
Todo había sido completamente un desastre.
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Estaba internamente muy precavido, los reyes no suelen ser muy empáticos con los demás. Solo creen que las cosas deben hacerse a su manera sin escuchar razones.
Entraron a ese palacio y en el largo comedor donde estaban a parte de los reyes unas personas con ellos. Era obvio que sería la familia del príncipe que se hubiese casado con Kise, si es que el encuentro se hubiese concretado. Al verse, inmediatamente Daiki y Taiga gruñeron y supieron quiénes eran antes siquiera que se presentaran o fuesen presentados. Ambos tenían esa misma aura salvaje y fiera digna de dos felinos grandes .
—Eh llegado a casa padres reyes del reino que no se debe mencionar, vengo por la invitación que me hicieron para que viniera y les presento a mi ahora esposo Aomine Daiki, es un herrero y un buen hombre.
— ¡Oi! no necesito que me presentes Ryōta, además, al verme solamente sabrán que el único que puede ser esposo tuyo soy yo.
El rey piñas frunció el ceño ¿Apenas si llegaba este plebeyo y se comportaba de una manera tan arrogante? El otro rey se quedó mirando a Aomine quien hacia una pose de arrogancia para luego soltar una carcajada.
—Al verlo pensé que era un esclavo—Comento divertido Kotarō. —. Tienes unos gustos bastante raros Ryōta.
— ¡Oi!—Se quejó el moreno haciendo puños casi de manera amenazante en una actitud que no podía contener, simplemente él no podía ser recatado, menos si le faltaban el respeto— ¡No soy esclavo! ¡Soy un excelente herrero! Hago las mejores armas y...
—Pero tienes la piel negra como la de un esclavo. —El tono divertido de Kotarō no disminuyo. Aun le parecía que su pequeño hijo tenía unos exóticos gustos.
Al parecer no les importaba lo que dijeran, lo ignoraban, pensaba Aomine. Definitivamente había sido recibido de la peor manera y aunque la verdad no esperaba menos. Eso le indignó.
—Hoy te divorcias Ryōta —Kiyoshi hablo de manera seria—. Tu ya tenías un compromiso con el hijo de Akashi Seijūrō: Taiga.
— ¡No quiero! ¡Yo lo amo! ¡Daikicchi me ama! ¿Cuál es el problema?—Kise indignado miro a sus padres y frunció el ceño— ¡Además el príncipe nunca llego!
