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   Atisbó en dirección al mesón que se hallaba a cierta distancia de él, intentando llamar en silencio al mesero que minutos atrás lo había atendido, cualquiera pensaría que llamar a una persona por el medio que el joven acababa de utilizar era poco eficaz, pero para la sorpresa del propio, el muchacho de hebras rubias se había percatado de su llamado. Sin querer formó una curva con sus labios, gesto que no representaba tan sólo felicidad, sino que también agradecimiento. 

   — Disculpe las molestias, ¿podría traer la cuenta? Si es que no está demasiado ocupado, de lo contrario aún puedo esperar —pidió educadamente el joven de rasgos japoneses, aguardando, sin mayores apuros, una respuesta por parte del contrario.

   El aludido alzó una de sus cejas y expulsó una carcajada sin más, desconcertando con suma rapidez al extranjero. ¿Había hecho algo malo?, ¿pronunció mal alguna palabra? No, de seguro ordenó mal su oración, ¡sabía que debía estudiar mejor el idioma antes de hablar completamente con él! Incluso así, creyó que no era motivo para burlarse de él, después de todo fue educado con el estadounidense. "Debe ser típico de los norteamericanos", se limitó a pensar.

   Después de soportar las interminables risas ajenas por unos largos minutos, notó que este tomaba una postura correcta, la espalda recta y una tenue sonrisa en la comisura de sus labios; antipático y todo, no negaba que era atractivo.

    — Puedo traer la cuenta, pero no quiero —sentenció el de mayor estatura, ganándose una mueca de sorpresa por parte del que inició la simple conversación—. La casa invita, no te preocupes. 

   Dejó sin palabras al muchacho que lucía de poca edad, aprovechando aquel estado para retirar la pequeña taza que en algún momento portó café en su interior, y sin dar más razones y explicar el por qué de sus carcajadas, huyó de allí. El de cabellos oscuros rápidamente agradeció el buen servicio y decidió levantarse de su cómodo puesto, no sin antes percatarse de la presencia de un diminuto papel en el costado de la mesa.

   Aslan, así se llamaba... Definitivamente hablaría con aquél en poco tiempo, ahora conocía un dato más de él.

ASHEI STUFF ─── banana fish.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora