VIII. Sentimientos liberados.

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A las semanas después, como todo fue normal, pasé recreo totalmente solo, Lucy estaba con Francisco. Nuevamente todo aburrido, largo y en especial como antes. Deprimido, desilusionado, en el mismo lugar donde estuve, volvió la soledad. Los vi besándose, esto no hizo mas que matar mis expectativas y posibilidades. Lucía ahora estaría feliz, mas yo no.

Con ser su amigo podría conformarme, pero veo que ya no está interesada. Todo lo que se había vuelto de colores volvió a su estado normal de blanco y negro. Ahora estaba solo, y con el corazón echo pedazos. Era hora de dejarla ir, y que fuera feliz. Luego de clases, salí solo hasta mi casa. Me encontré con Lucía, pero no quise prestarle tanta atención.

-¿Brian? -Dijo arrepentida.

-Soy yo.

-Brian discúlpame.

-No hay nada que disculpar -Intenté seguir hacia adelante.

- Brian -Me agarró del brazo- escúchame por favor.

-¿Qué quieres? -Dije.

-Quiero pedirte perdón...no quería dejarte sólo, realmente sé que tu quieres que yo sea feliz, pero no por eso creo que hay que dejar de lado nuestra amistad.

-Está bien, Lucía.

-Lucy -Corrigió.

-Siento que todo no será igual.

-Lo será, te lo prometo.

-Como quieras.

-Perdóname -Dijo triste.

-Te perdono -Dije inseguro.

Luego de eso decidí irme, la verdad es egoísta de mi parte no dejar que Lucía pase tiempo con Francisco, pero es una mezcla en la situación, pensemos primero que lo que llevan conociéndose no supera las 3 semanas. Además de esto, Lucía no se digna ni a preguntarme como estoy, ni como me siento. Puede que esta amistad ya no vaya como siempre, pero si llego a estar solo una vez más tampoco será algo nuevo para mi.

Al otro día Lucía estaba conmigo, y la verdad no fue igual. Le dije que se fuera con francisco, perdíamos el tiempo. Al rato de eso, llegó llorando hasta mi, y me contó que las cosas iban mal.

-¿Qué te pasa? -Pregunté.

-Pasa que Francisco es un idiota.

-¿Ahora te diste cuenta?

-Francisco no me quiere como yo lo quiero a él.

-Ustedes llevan poco, Lucía seamos sinceros.

-Lo sé...¿Pero sabes?, a veces lo que cuenta es la profundidad y no la cantidad.

Claro, yo si que estaba profundamente enamorado de ella y por esto es que su dicho me identificó tanto que, a pesar de que no iba para mí dejó que por fin pudiera decir todo lo que guardaba hace ya 1 mes y más.

-Claro, yo también estoy pasando por ello.

-¿Que dices? -Se confundió.

-No hace falta agregar nada.

-Claro que sí y me lo vas a decir ahora mismo.

-¿Que quieres que te diga? Me encantas, me encanta tu cabello y el brillo de tu profunda y dulce mirada, estoy encantado de la manera en la que me haces sentir y los días a tu lado son lo mejor de mi vida, te amo de verdad, pero no hay posibilidades de nada.

-Brian, yo...

Fear days are overDonde viven las historias. Descúbrelo ahora