Bajo el Agua

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Rose seguía completamente llena de dudas y preguntas, sobre todo la de: ¿Por qué estaba allí?, pero era interesante que no se inquietaba tanto por el hecho de que estuvieran en una nave submarino en lo profundo del mar.

—Todavia no le hemos explicado a Rose el motivo por el cual la trajimos —dijo Dany mientras sostenía los controles de la nave.

—Eres muy valiente para ser apenas una niña —apuntó Jeremy—.

—Verás, nosotros comenzamos todo esto por una esperanza que llegó hace algunos años a nosotros, la cual muy pocos creían. Los pocos que supuestamente creyeron, fueron demasiado cobardes para hacer algo al respecto, todavía no sé cómo hay gente que dice que cree en algo pero no hace nada que lo compruebe. —Veras, existe una profecía que predijo este desastre en el que vivimos, y aunque ocurrió exactamente de la manera en que estaba predicho no sé cómo la gente se niega todavía a creer, supongo que el creer aunque es para todos, solo unos pocos tienen el valor de tatuarlo en su corazón. Entonces, un buen día emprendimos nuestro primer viaje en secreto, y aunque ya sabíamos la realidad, no perdimos la esperanza.

Fuimos a parar en un antiguo hotel abandonado donde vivía un anciano el cual nos mostró unos libros. ¿Y adivina qué?, sí era cierto todo ese cuento, todo estaba allí. Así que, desesperados por saber nuestra solución, y saber cuál era nuestro papel, le pedimos ayuda al anciano. El no decía, solo señaló un pequeño libro  que se encontraba en lo más alto de un stand. Jeremy lo abrió y en el lugar donde lo abrió decía:

«Una luz está por encenderse, valiente aquel que afronte su destino y lo entregue todo, el que lo haga jamás será olvidado...»

—¿Qué quiere decir? —Quisimos saber nosotros.

Por fin el anciano abrió su boca y dijo:
—Les digo que se acaba el tiempo y que es el momento de que empiecen a cumplir su papel. No será sencillo, pero si confían con todas sus fuerzas lo lograrán. —respondió— Una nueva historia está apunto de escribirse pues en la cima del monte más alto, a donde la devastación tampoco llegó, tendrá lugar un evento milagroso: "Una flor candente como la luz, limpia como un cristal, y firme como una roca nacerá para salvarnos a todos. Pero solo alguien de corazón puro, como un niño podrá tener acceso a ella, cuando la vea florecer entre el ocaso y la sangre, entre la claridad y las sombras, el desastre habrá terminado".

—¿Y... que sugiere que hagamos? —inquirimos nosotros.

—Poner en práctica el remedio, las enfermedades no se curan solas. —Fueron sus palabras—.

No se porque somos nosotros los elegidos en esto, pero creo que ese tipos de cosas que la gente cree absurdas solo porque no van deacuerdo a lo que han visto siempre, son las que hemos visto como reales, y aunque nos allá parecido loco seguir con esto, puedo decir que siempre valdrá más la pena arriesgarse y creer, a no hacer nada sólo por miedo—.

—Es por eso que estás aquí —continuó Jeremy—. Ninguno de nosotros tiene el corazón de un niño, como tú, fuiste la única niña que encontramos en kilómetros, no recuerdo la última vez que había visto a una. Jeremy había perdido a un hermano que murió por infección en los pulmones, que ella estuviera allí le había devuelto la esperanza.

—Por eso, cuando te encontramos nos tocó seguirte ya que sabíamos que no accederias si te lo hubiésemos contado antes en lugar de ahora.

—Secueestrar a una niña por un cuento de hadas, ¡Pero que ridículo! Rose se quitó el casco y salió corriendo, mientras estalló en llanto. Rachel la siguió se había encerrado en el baño. —Pequeña de que es difícil de entender pero debes confiar en nosotros, dijo ella. —¿Que será de mi Padre quien lo cuidara, está expuesto no tiene vista, y está muy mal, y no quiero estar aquí quiero volver con él, no quiero saber nada de sus profecías y sus historias de mentira. —Se que lo que quieren es mi cuerpo, mis órganos, no me engañarán— gritaba desconsolada.

Habían recorrido una larga distancia y llegaron a un lugar llamado El Rayo Del Oriente, era algo así como un mercado donde podías encontrar casi cualquier cosa, desde hologramas de animales con secuencia corta hasta armas infrarrojas. (La gente que tenía dinero podía darse el lujo de comprar aquellos hologramas para recordar cuando existían aquellos animales)

Así bajaron  de la nave, todas las calles estaban llenas de robots, se decía que algunos eran espías de los Gestores del Progreso que eran los que gobernaban dentro del muro. Y probablemente la razón por la cual los estaban siguiendo era que tenían a Rose, ya que ellos sabían de la profecía y harían cualquier cosa para impedir que se cumpliera.

Una flor en el desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora