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Baekhyun logró finalizar su práctica de aquel semestre con buen promedio, fue muy lindo que sus alumnos organizaran una pequeña convivencia para poder dar fin al año escolar y como no podía faltar, Chanyeol le entregó una tarjeta que había hecho para el, el menor dejó en claro que la escribió el solito sin ayuda de su madre.

Pasó sus vacaciones con su familia, haciendo algunos trabajos y demás, algo de dinero extra jamás iba mal y sin darse cuenta un nuevo año comenzó. Para sus siguientes prácticas volvió a aquella escuela, el esperaba encontrarse con todos los alumnos que había tenido el año anterior, pero se llevó una sorpresa al darse cuenta de que faltaba uno muy especial. Al poco tiempo, supo que el pequeño Park se había tenido que mudar junto a toda su familia, era una lástima, le había agarrado bastante cariño al pequeño.

Los siguientes años pasaron en un parpadeo, Baekhyun ya graduado no quiso detenerse allí, trabajó como maestro de primaria por unos años más, esto para poder pagar la escuela y sacar un título mayor. El deseaba enseñar en la universidad y dio todo de si para lograr esa próxima meta en su vida.

Sus 20 pasaron de aquella manera, era un joven común y corriente, le gustaba pasar el tiempo junto a sus amigos y bueno, con respecto a su novio que mencionamos anteriormente. Pues eso no había terminado realmente bien y los estudios fueron una forma de tener su mente ocupada hasta que la herida sanó por completo, o eso creía.

Desde que había ocurrido no pensaba mucho en ello, trataba de no hacerlo, se limitó a leves ligues, uno que otro beso y citas de una sola vez, le gustaba echarle la culpa a su vida ocupada de su pobre vida amorosa, pero sabía en su corazón que solo era una excusa.

Más de una vez sus amigos quisieron ser sus cupidos, incluso lo engañaban para terminar en alguna cita a ciegas, pero no funcionaba, Baek no volvía a ver a esas personas por suerte, la verdad se podía conocer gente bien particular por las apps de citas, pero si somos más profundos, realmente nadie había logrado causarle algo, ni una chispa. Eso era fastidioso, pero tampoco iba a hacer algo al respecto.

Actualmente con 32 años había conseguido un buen trabajo, tuvo que agradecerle a uno de sus amigos por conseguirle aquella entrevista, la universidad era de prestigio, la paga era buena y su carga no era demasiada, el único inconveniente era trabajar con su mejor amigo, aveces podía ser una patada en el trasero.

—¿Listo para tu primer día Baekii?

—Para con eso Jong, ahora soy el profesor Byun.—soltó en lo que sus dedos se movían rápidamente por el teclado de su computadora antes de que fuera su primera clase, Baek no iba a mentirse, estaba nervioso, pero sabía que estaba más que capacitado para hacer esto.

—Como guste, profesor Byun. —Baek solo suspiró y se levantó al ver la hora en su reloj de muñeca.

—Mierda, voy tarde.—cerró su laptop y rápidamente guardo todo en su bolso—Que te jodan Jongdae.—mencionó antes de marcharse, no faltó aquella sonrisa sobre sus labios.

—Aquí te espera mi culo Baekii.—respondió el otro, por suerte no había nadie más en la sala de maestros o los habrían apuñalado con la mirada.

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Cuando Baek entro en el aula hubo un silencio absoluto, luego siguieron algunos murmullos y podía sentir absolutamente todas las miradas sobre su persona, respiro hondo y con una cálida sonrisa les dio la bienvenida a su clase, siguiendo con una breve presentación suya y pasando a la introducción de la materia correspondiente.

Estaba por pasar la primera diapositiva cuando la puerta se abrió, dejando ver a un chico bastante alto y agitado, parecía que había corrido un maratón.

—Disculpe profesor. —el menor se inclinó en una reverencia— ¿Puedo entrar?

—Pues ya estás adentro joven.–aquel comentario causó unas cuantas risas en el salón además de avergonzar un poco al muchacho, asintió y le indicó el camino para llegar a su lugar—Toma asiento.—el alumno prácticamente corrió a un asiento y pudo comenzar con su presentación.

Al ser el primer día, Baek no iba a dejar a los chicos tanto en clases, los dejo ir antes pero si debían firmar la lista, al tener la hoja con todas sus firmas dio la clase por terminada, se quedó leyendo la hoja asegurándose de que nadie firmara por otro alumno y así. También le servía para comenzar a aprenderse los nombres de sus alumnos, cuando llegó a uno en particular tuvo que leerlo más de una vez.

Ante el dicho que un profesor difícilmente olvida a sus alumnos, Baekhyun tenía que decir que era muy cierto.

Solo había conocido a un Park ChanYeol en su vida, ¿podría ser?, ¿de verdad lo era?

Breves recuerdos de aquel adorable niño de 8 años pasaron por su mente, ¿cuantos año tendría ya?, debía ser un hombre hecho y derecho ya casi en sus 20.

—Park Chanyeol.—aún quedaban algunos chicos en el aula, probó su suerte llamando al nombre que había en su lista, el mismo joven que llegó tarde volteó, para Baekhyun solo bastaron un par de segundos, al ver su rostro se convenció completamente, era el Chanyeol que el conocía, pero ya era un adulto y sus orejas no se veían tan grandes como en ese entonces.

—Aquí profesor. —su voz también había cambiado mucho, era más varonil y gruesa, sacudió ligeramente su cabeza al darse cuenta de que estaba pensando de más.

—Espero verte a tiempo para la próxima clase.—realmente Baek no quería decir aquello, no tenía nada que decir, solo buscaba resolver su duda y tuvo que inventar algo rápido, obtuvo una respuesta del menor y comenzó a guardar sus cosas, cuando iba saliendo del aula se despidió de los que seguían allí, deteniéndose un momento en la puerta, mirando solo por un segundo al chico que ahora estaba de espaldas, las vueltas de la vida podían ser curiosas—Park ChanYeol.—murmura y sigue su camino.

"El mundo es muy pequeño."

I want to marry you [ChanBaek] |Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora