Erik estaba tirado en su cama mirando hacia el suelo con la panza contra los acolchados de fuegos artificiales. Miraba su lampara de lava sumamente concentrado, tratando de hacer que desparezca,y poniendo un pensamiento arriba de otro, como siempre, se preguntaba a sí mismo si algún dia va a darse cuenta de la realidad, si algún día va a sacar la ficha de algo, así deja de ser tan tonto. Porque siempre estaba con su realidad virtual, con sus dibujos, con sus inventos, con sus historias que hablan sobre perderse completamente en el espacio o directamente entre las almohadas.
De repente, sonó el teléfono de la casa empapelada en flores celestes.
-¿hola?- Erik tenia sueño, y agarro su manga y se pegó con ella una cachetadita.-Diga.
-Laila; nos vemos hoy a la noche en el puente de las vias? Al lado de la pista de skates.
-No entiendo, qué querés?
-terminar una historia
Laila cortó el teléfono.
Ella estaba apollada en la pared del lado de la heladera, descalza y mirando hacia la cocina, quien tenia un aura a veranito precioso. Pegó un moco en la pared y subió la escalera caracol hacia su habitacion.
