Cuestionarios "médicos" [Boku no Hero Academia] [KiriKami/BakuMono]

3. Kirishima I

Eijirō bajó las escaleras de dos en dos hasta llegar a la segunda planta del edificio. Estaba decidido a no perder más tiempo del necesario, ya que cada minuto ahorrado era un minuto más que podía pasar con Denki. Según sus cálculos no tardarían más de una hora en acabar, y la hamburguesería cerraba a las diez de la noche, así que tenían tiempo de sobra.

—Me pregunto si debería aprovechar el día gratis para pedirme la triple hamburguesa —iba diciéndose a sí mismo—. Normalmente cuesta muy cara y siempre he querido probarla, de modo que...

Ensimismado como iba, caminó por el pasillo de la segunda planta y se detuvo frente a la habitación de Tokoyami.

Fumikage Tokoyami, uno de los compañeros con los que, aunque no le gustaba admitirlo, no tenía mucho trato. Quizá era por la oscura y reservada personalidad del chico cuervo, que era el único de la clase que no buscaba la compañía y era de los pocos que la necesitaban, o simplemente porque él se pasaba todo el tiempo con su grupito, al cual Mina había bautizado como Bakusquad, pese a las protestas de Katsuki.

Quizá aquel era buen momento para tratar de estrechar lazos con Tokoyami, aunque pensándolo bien... ¿cómo podía llevarse mejor con un compañero cuando le traía aquellos cuestionarios?

La solución era la que él siempre elegía para resolver los problemas: nunca perder la esperanza y sonreír. Con eso en mente, llamó a la puerta de Tokoyami con toquecitos suaves, sin ánimo de molestarle.

—¿Sí? -preguntó Fumikage mientras abría silenciosamente la puerta y se cruzaba de brazos. Tras él, su oscura habitación invitaba a quedarse dormido encima de la cama. Era tétrica pero tenía un punto acogedor que le resultaba atractivo a Eijirō.

—¿Te podría robar un par de minutos, Tokoyami? —preguntó Kirishima, sin perder la sonrisa—. Nos han entregado un cuestionario para rellenar y Kaminari y yo lo estamos repartiendo a todos los chicos de la clase.

El chico cuervo se lo quedó mirando en silencio durante unos momentos, y luego miró de reojo a los papeles que sostenía el pelirrojo. Luego extendió una mano.

—De acuerdo —asintió Tokoyami, cogiendo uno de los papeles—. Te lo llevo cuando lo haya terminado.

El chico se metió de nuevo en su habitación, cerrando la puerta. Kirishima estaba satisfecho, había sido mucho más fácil de lo esperado. Suerte que Tokoyami era un chico de pocas palabras.

—Vale, uno que ya está, ahora toca...

Miró a la puerta de la derecha, la habitación de Yūga Aoyama, el completo opuesto a Tokoyami en... básicamente todo. No le caía mal, pero era un tipo bastante excéntrico y rarito.

Y la siguiente era la de Midoriya. Y hablando de Midoriya...

La puerta de la habitación de Izuku se abrió lentamente y el rostro del chico de pelo verde se asomó al pasillo.

—¿Kirishima? —preguntó,  caminando hacia él—. Te he oído hablar, ¿pasa algo?

—Hola, Midoriya —respondió el pelirrojo, mostrándole los papeles que llevaba—. Es sólo que estoy echando una mano a Kaminari con el tema de los cuestionarios. Me comentó que a ti ya te había dado uno.

La cara de Deku se ruborizó un poco mientras asentía y apartaba ligeramente la mirada.

—Sí, ya lo tengo. Lo que pasa es que esas preguntas son un poco... er...

Kirishima no pudo evitar soltar una risita nerviosa y ruborizarse al mismo tiempo.

—Ya, pero la clave es simplemente pensar en eso como datos médicos y nada más. Luego nos echaremos unas risas hablando de ello, ya verás.