Cuestionarios "médicos" [Boku no Hero Academia] [KiriKami/BakuMono]

4. Kirishima II

Con Ojiro todo fue bien. No hizo demasiadas preguntas, aunque una vez leyó de qué iban los cuestionarios pareció entrarle mucha prisa y puso mil excusas de cosas que tenía que hacer para que Eijirō abandonase la habitación. Kirishima no pudo evitar disculparse por haberle hecho pasar vergüenza y rápidamente volvió al pasillo. De aquel piso le quedaban Iida y Koda, y una vez hubiera acabado podría esperar tranquilamente a Kaminari y marcharse con él. Según su reloj, no eran más que las seis de la tarde y eso significaba que todavía quedaba tiempo de sobra para pasarlo bien.

Sin embargo, la peculiar personalidad del delegado de clase iba a contribuir a estropearle los planes.

—¡No puedo creerme esto, Kirishima! —exclamó Iida mientras se ajustaba las gafas sobre el puente de la nariz—. ¡Aun cuando esta tarea es responsabilidad de Kaminari, tú estás haciendo la mitad del trabajo! ¡No sé si felicitarte por ser tan desinteresadamente solícito para ayudar o regañarte por hacerte cargo de una tarea asignada a otra persona!

—Iida, si Midoriya, Uraraka o cualquiera de la clase tuviera una tarea demasiado complicada para él solo, tú le ayudarías, ¿no? —preguntó el pelirrojo, sabiendo ya por dónde atacar para que Tenya cortara sus exageradas reacciones.

—¡Por supuesto que sí!

—Entonces, toma —Kirishima le tendió uno de los papeles, sonriendo—, tienes que rellenarlo y luego nos lo das a Kaminari o a mí, y tiene que ser hoy mismo.

—¡Bien!

Kirishima sabía de sobra que Iida lo terminaría en menos de diez minutos. Pasó de largo su puerta y se dirigió a la de Koji Koda, el chico que casi nunca decía una palabra. No le importaba, todos en clase estaban acostumbrados a su lenguaje de señas y todos sabían lo que les quería decir en las contadas ocasiones en las que hablaba con alguien. Era extremadamente tímido y reservado, peroEijirō sabía que era una muy buena persona y le caía genial. Ahora que pensaba, de hecho, no había nadie en la clase que le cayera mal. Ni siquiera Mineta.

Koda parecía que tampoco estaba en su habitación, pues tras llamar varias veces no recibió respuesta. Oyó unos ruiditos dentro, seguramente se tratara del conejo mascota que tenía su compañero. Al igual que había hecho con Mineta y Aoyama, le deslizó el papel por debajo de la puerta. Iba a darse la vuelta cuando una mano le agarró fuertemente del hombro y le hizo saltar del susto.

—¡Kirishima, holi!

Eijirō se dio rápidamente la vuelta y vio a una chica de pelo rosa con unas extrañas antenas en la cabeza, la piel totalmente rosa y una sonrisa traviesa en los labios.

—Ashido, creo que tenemos que hablar sobre tu forma de llamar a la gente un día de éstos, ¿eh? —Kirishima trató de controlar los desenfrenados latidos de su corazón. La chica soltó una risita.

—Bueno, pero tienes que admitir que tiene gracia, ¿no? No esperaba verte aquí, pensaba que hoy tenías una cita con Kaminari para el día de hamburguesas gratis -comentó la chica. El muchacho se fijó en que ella llevaba un fajo de papeles en la mano.

—¡N-no es una cita! —negó Kirishima, ruborizándose hasta las orejas—. E-es que nos hemos retrasado un poco, Aizawa le ha endosado una tarea y yo le estoy ayudando... ¿qué son esos papeles que llevas?

—¿Esto? —Mina le mostró los documentos que llevaba—. ¡Es un cuestionario médico que estoy repartiendo a las chicas de clase! Recovery Girl me ha pedido que la ayude y aquí estoy. ¿Qué tarea es ésa que dices?

Kirishima parpadeó un par de veces. Vaya coincidencia... o a lo mejor no.

—La misma que la tuya, solo que nosotros nos hemos dividido el trabajo. Yo ya he acabado, pero él no sé si...