Susurros.

Prólogo.

Aún se encontraba recargado en la puerta de su habitación, ignoraba cuanto tiempo había ocurrido, pero un dulce chico con personalidad como el sol tenía una inmensa nube que se avecinaba sobre su razón y corazón.

Y creer que todo había ocurrido hace minutos atrás...

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-Ho vamos Bakugou, no puedes irte a mitad de la diversión.-

-¡Cállate pedazo de mierda, me iré cuando me de la gana!-

Era una tarde como cualquier otra dentro de los dormitorios de la grandiosa U.A. escuela de los siguientes héroes.

Todo el mundo se encontraba en la sala de estar, algunos charlaban en las mesas, otros se les podía ver en la cocina y regaderas, pero un cierto grupo de amigos se encontraban creando alboroto en los sillones frente al televisor.

-Vamos Bakugou, solo una partida más.-Apoyaba Sero a Kaminari mientras ambos trataban de arrastrar al rubio ceniza de vuelta a los sofás.

Aunque era en vano todo intento de convencimiento pues era notoria la diferencia de fuerza que tenía Bakugou Katsuki contra sus dos compañeros de clase y a pesar de ello ambos chicos no perdían del todo la esperanza.

-Chicos, ya déjenlo en paz, saben que a Bakugou no le gustan esa clase de juegos.-Hablo Kirishima entrando en el campo de visión de los tres chicos con su tan característica y amigable sonrisa. A lo que el pelinegro y rubio intercambiaron miradas y sonrisas conspirativas.

-¡No necesito que me defiendas cabello de mie......-

Y en mutuo acuerdo ambos elevaron sus manos para demostrar que estaban de acuerdo con él, pero al no sentir la resistencia de ambos, Bakugou perdió el equilibrio chocando con su compañero de piso.

Ambos aún desorientados y en el suelo, kirishima sólo escuchaba el eco de risas de sus compañeros mientras que entre sus manos sentía una cadera llena de músculos pero inesperadamente delgada, además de la presión del peso extra no pudo sino sentir unos latidos desbocados.

"¿Serán los míos o acaso de...."

-¡Con una jodida mierda!-

No supo en que momento solo se encontraba él a espaldas en el suelo pero con ayuda de sus compañeros se levantó, aunque no escuchaba más que sus latidos que comenzaban a ser mas erráticos.

Sin despedirse corrió en dirección a su cuarto, cerrando la puerta y recargándose en ella.

"¿Que...Que es esto?"

"¿Porque mi corazón late como loco?"

"¿Un paro cardíaco?"

Sabía el pelirrojo que no era algo parecido, pero deseaba que lo fuera, Bakugou era su mejor amigo desde que ingreso a la U.A. su compañero de batalla, su vecino de piso, él era la única persona a la que Bakugou consideraba su igual...¿Entonces porque debía pasarle esto a él? no quería arruinar sus lazos de amistad por algo tan tonto y simple como...

...el amor.

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Ya había llegado la noche y todos en el dormitorio se encontraban descansando, todos, excepto un chico pelirrojo que seguía con la vista pegada al techo.

Abría y cerraba las manos con lentitud, flexionando los músculos de las muñecas porque a pesar de haber pasado el resto del día entrenando con su saco de boxeo y pesas, aun podía sentir la figura de una cintura delineando sus palmas...

''¿Porque ahora?''

''¿Porque con Bakugou?''

''¿Como debería verlo mañana?''

''¿Al menos podré verlo a la cara?''

''¡Y mañana hay entrenamiento en parejas!''

Esas preguntas sin respuestas seguían atormentando su cabeza y mas porque el dueño de esas alteraciones se encontraba justo a lado de su habitación.

Acomodo su cuerpo para quedar frente a la pared que lo separaban de aquel tirano que apuntaba a ser el héroe número uno.

-...Bakugou.-

Todavía se sentía dudoso de lo que iba a hacer, pero el mismo sabia que no podría descansar si no era sincero consigo mismo y técnicamente sincero frente a la persona que comenzó a conquistar todo su ser.

-...Bakugou...creo que...creo que me gustas...-

A pesar de ser una declaración en medio de la oscuridad y del silencio, podía sentir como su corazón aumentaba su ritmo al igual que el calor subiendo por sus mejillas y dando por terminada esa pequeña declaración giro dándole la espalda a la pared cerrando los ojos deseando que mañana pueda seguir actuando como el mejor amigo que brinda sonrisas amigables a todos y a todos en especial a un chico explosivo.

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