.Fin.

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Las piernas de Kirishima no dejaban de temblar, del mismo modo que su corazón amenazaba al pobre chico de salir disparado de su cuerpo al mas mínimo movimiento, sus manos temblaban y su frente se perleaba con aquel sudor que lo ponía aún más nervioso.

El pelirrojo no podía creer el enorme error que había cometido, se maldecía a si mismo una y otra vez el hecho de haber sido presa del sueño en un momento que parecía imposible de pasar y haber soltado una verdad demasiado vergonzosa para él y su hombría.

''Debí haber tirado esas cartas yo mismo.''

Se lamentaba él estudiante mientras se encontraba finalmente frente a la habitación de un chico de personalidad explosiva, que lo estaba volviendo loco.

-...B-Bakugou...-

Su voz salia entrecortada y con temblores tan grandes que sentía opresión en su pecho, era algo tan grande que le era imposible de respirar, corrientes eléctricas corrían por toda sus terminaciones haciéndolo sentir acorralado y con lágrimas amenazando con caer otra vez, Kirishima quería correr y alejarse de aquella puerta, pero su cuerpo no reaccionaba.

''No puedo hacer esto.''

Estaba a punto de dar media vuelta y correr en dirección a las escaleras pero al puerta se abrió de golpe dejando ver a Bakugou con sus prendas holgadas y de colores oscuros haciendo contraste con las vendas y las cintas que cubrían sus heridas, pero era todo lo que el pelirrojo podía ver, ya que no tenía el valor suficiente de hacerle frente a aquel chico después de todos los errores que había hecho, uno tras otro eran recordatorios de todo lo que jamás debió hacer y en lo principal...jamás debió enamorarse.

-...Entra..-Bakugou no había dicho más, su voz se escuchó de la forma más neutral haciéndole incapaz a Kirishima notar algo tras esas palabras y simplemente aquél chico de cabellera ceniza había entrado, dejando la puerta abierta para que él pelirrojo entrará.

''Eso es cruel.''

Dejándole la elección de continuar o no, Kirishima lentamente ponía un pie frente al otro, entrando finalmente a una habitación que se encontraba parcialmente iluminada por la ventana que dejaba ingresar la luz del atardecer, pero solo era ese pequeño resplandor que se asemeja a una cuenta regresiva que él chico sentía muy a su pesar, tomando la tonta idea de que era el tiempo que le quedaba para despedirse de todo; de su yo, de su amor no correspondido, de su vecino, de su mejor amigo, de su primer amor.

Él no podía apartar la mirada de aquellas manos bancas que anteriormente habían recorrido su cuerpo, observaba aquél cuerpo que aún seguía cubierto de vendas pero su mente le jugaba una mala broma.

Mantenía sus ojos en cada movimiento que hacía Bakugou, incluso pudo notar el momento en que aquél chico explosivo apagaba su celular para evitar interrupciones y por suerte justo antes de salir de su habitación había mandado un mensaje a Kaminari de que Bakugou y él no irían a cenar, pero no espero respuesta ya que había dejado su celular en su habitación para evitar de igual forma algún percance.

-En-Entonces...Bakugou.- Su voz volvía a temblar y aquellas palabras salieron con un enorme miedo y a la vez con expectación a que él nombrado hablará primero y tuviera la oportunidad de recuperar el aire que él pelirrojo necesitaba con desesperación.

Pero él rubio ceniza solamente giró su cabeza para encontrar a un chico que temblaba y evitaba constantemente su mirada y es que no era el mismo chico de sonrisa brillante que tenía una seguridad ciega sin importar la situación en la que se encontraba, entonces, Bakugou comenzó a sentir en el fondo de su corazón un picor que empezaba a arder y doler.

''¿Acaso...?''

-¿Porque mierda tiemblas tanto idiota?, No eres Deku ¿O sí?- Aquella pregunta sacudió hasta el mas pequeño hueso que mantenía de pie al chico pelirrojo.

Susurros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora