Parecía que había abandonado este fic pero no >:D
Ya volví :v aunque muera ignorada alv
Espero que les guste :3El menor tenía una belleza imnotizante, la ropa de seda que le cubría era bastante transparente, dejando ver varias partes de su delgado y joven cuerpo de ya 15 años, además las joyas que tenía, brazaletes; collares, entre otras cosas, su cabello lila largo y sedoso era bastante llamativo, como si estuviera imnotizado camino hacia el Castillo, siguiendo los pasillos que conocía como la Palma de su mano.
Llegó a una sala bastante grande donde Saga lo estaba esperando, como siempre acompañado de su gemelo que ahora se escondía entre ropas olgadas, negras y tras una máscara de oro, su existencia había sido totalmente un misterio para todo el mundo excepto para el último lemuriano en pie, el hermoso y joven Mu, a quien ambos habían criado y moldeado como les vino en gana.
-Mu... veo que al fin te dignaste en venir - dijo sonriendo de lado, hizo una seña para que el menor se acercara a el, y se sentará en sus piernas, el pequeño obedeció sin dudar - hiciste lo que te pedí? - pregunto mientras acariciaba su cabello, Mu asintió con la cabeza.
-es un joven tonto... y de buen corazón, no planea traicionarte, busca una alianza - dijo sonriendo levemente, sus ojos se mostraban algo vacíos carentes de vida, sin expresión alguna en el rostro, aunque un leve brillo rojizo se percibía en ellos si se le observaba con demasiada atención.
-bien hecho - dicho esto hizo una seña para que los pocos guardias que lo acompañaban abrieran la puerta, dando paso a un grupo de personas vestidos de forma elegante, entre ellos Izo y Manigoldo, pero había muchos rostros nuevos, cada uno una pieza importante para Saga - buenos días a todos, gracias por venir, como les informé, hay un nuevo aliado, al cual analizaremos cuidadosamente - dijo sonriendo de lado, todos asistieron en silencio.
Se formaron en línea para estar a los costados del trono de Saga, mientras esperaban al nuevo aliado que tendrían, Izo nunca había estado más aliviado con su decisión de unirse a ese maniático, pues su Ejército no hacia más que crecer, además..., ese hombre tenía fuerzas fuera de ese mundo, su mano se aferró al mango de su espada la cual tenía piedras incrustadas, que parecían un simple adorno, pero la más importante era la central, casi de color transparente, la fuente de un poder nunca antes visto, cada quien tenía su propio tesoro, otorgados por Saga, y eso los habia vuelto mucho mas fuertes de lo que jamás en su vida hubieran imaginado.
Izo poseia una espada cuya destrucción era masiva; el suelo se agrietaba sin siquiera tocarlo, cualquier objeto era cortado como mantequilla, era un poder formidable y aún así no era el de los mejores, con el tiempo en ese lugar había aprendido algunas cosas, sobre todo... cuidarse de Manigoldo, que al igual que el poseía un poder impresionante y diferente.
Manigoldo podía transportarse a diferentes lugares con sólo tronar los dedos, su prescencia se volvía humo cuando lo deseaba por lo que era realmente difícil herirle, y tenía una fuerza espeluznante, aunque en ese momento, cada uno de sus aliados poseía una fuerza sobrehumana, de hecho, sólo bastaba con ellos, que en total eran solamente 7 personas, para eliminar a un Ejército de 2mil soldados, no era un cálculo... ya lo habían hecho para que Saga demostrará su poderío.Verdaderamente abrumador, Izo no habría tenido oportunidad si se revelaba, por ahora no tenía idea de como encontrar los puntos débiles de Saga, no tenía ninguno, y lo único que le quedaba era proteger a su familia, Cardinale y su hijo al cual habían nombrado Shura, en honor a su hermano del cual nunca supo nada más, su primogénito había nacido con los cabellos negros azabache como los de Izo y los ojos verdes como Cardinale, ellos era todo lo que tenía, era lo que quería proteger.
-Bienvenido... Aioros ¿cierto? - pregunto la voz de Saga sacando de sus pensamientos a Izo, el joven Castaño estaba parado en medio del salón, tenía la piel bronceada y acompañado de un muchacho similar a el y también sus propios guardaespaldas, se inclinó a modo de respeto a Saga.
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El último pétalo [omegaverse] ~Saint seiya~ AU ~yaoi
Fanficamor y odio paz y guerra Ambas cosas estan separadas por una delgada linea que si se rompe puede desatar el caos y la ruina o la paz y la armonia Cualquiera podría hacer la diferencia, en un mundo donde inicia el caos, cualquier detalle puede cambia...