Seras entra en celo!

Capitulo 3 primer intento

Seras abrió los ojos y miró a la tapa de su ataúd. Ella aún no lo podía creer pero sabía que era verdad. ¿Cómo explicaría el repentino deseo hacia su maestro? Suspiró cuando volcó sobre su lado y acurrucado como un destello de deseo atravesó su cuerpo. Ella gimió y se hiso una bola más apretada.

"¿Por qué tiene que pasarme esto ahora?" Seras se preguntó a sí misma gimiendo en deseo que trajo dolor.

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Los ojos de Alucard se abrieron y él olfateó el aire. De repente estalló una sonrisa y él roroneaba - chica policía parece que has entrado finalmente en calor. Ahora esto va a ser entretenido viendo que luchas con su sed de sangre y el deseo- Dio una risa psicótica. Atraveso la pared y se dirigio a la oficina de su maestro.

-¿Qué quieres Alucard?- Integra pregunto.

Lo que sólo le hizo sonreír -Por qué mi maestro, vine a decirte que la chica policía, finalmente ha entrado en celo- Alucard respondió y los ojos de Integra se abrieron de sorpresa y entró en una profunda meditación.

-Ah, ya veo- Integra murmuró y preguntó -¿Qué vas a hacer al respecto, Alucard?-

Alucard sonrió mientras él respondió: -por qué?, no are nada mi maestro. Debo hacer algo?-

-Tan sólo vas a dejarla sufrir- Integra declaró y luego meneó la cabeza.

-Por supuesto. ¿Qué monstruo no juega con su presa?- Alucard se rio y se deslizo en las sombras antes de desaparecer.

Walter entró y preguntó suavemente a la vista de la mirada molesta de su maestro -Alucard va a dejarla sufrir a la señorita Victoria, no?-

-Me temo que si, Walter. No hay nada que puedas hacer para ayudar a la chica policía en este momento.- Integra respondió favoreciendo al criado de Hellsing con una leve sonrisa.

-Me da lastima por la srta Victoria, Alucard no muestra ningún interés en ella, pero ahora que entro en celo juega con ella- Walter dijo suspirando e Integra le dio una mirada de lástima, así como una mirada cómplice. Walter miraba a Seras como si fuera su nieta o incluso hija.

Seras había crecido en ella también, y vio Seras como una hermana pequeña. -Yo también lo hago. Pero Alucard tendrá lo que el quiere- Integra dijo.

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Seras salió de la mansión y se dirigió al entrenamiento. Miró al cielo nublado. Es un lastima la luna está cubierta- murmuró antes de suspirar mientras caminaba por la zona y miré a su alrededor. Repentinamente olio un olor desconocido al alcance de su nariz -¿Pero que...? Alguien intenta invadir la mansión Hellsing?- Seras se dio la vuelta y sus ojos azules destellaron en rojo.

Miró alrededor de la zona y no vio nada, pero aún podía oler y sentir una presencia indeseada. Corrió a la dirección donde se encontraban unos pocos soldados practicando su objetivo –Que Alguien me dé una arma!- Seras gritó. Ellos la miraron sin comprender antes de que gritó airadamente, dejando al descubierto sus colmillos –El arma ahora!- Uno de los soldados sorprendido le entrego la Ametralladora

Cogió con facilidad antes de ser dado vuelta y colocar la Ametralladora a su hombro. Sus ojos rojos comenzaron a brillar como apenas cogió una sombra hacia el lado. Lo siguió relativamente fácilmente y disparó un tiro de advertencia. Antes de que ella pudiera disparar otro vez el arma cayó al suelo y una sombra la mando a volar hacia la mansión. un vampiro la sostenía por el cuello

-Qué el...?- Seras hablo débil como la mano apretaba su garganta. Pronto su instinto vampírica salió, Sus colmillos crecieron y luchó contra su rival. -Maestro! ¿Qué voy a hacer? Este hombre... Este estúpido! No me suelta!- Seras pensaba, y empezó arañando las venas. Una ola de ira y el odio se levantó sobre ellos. Seras volvió los ojos hacia la persona detrás quien la retenía, y poniendo sus manos lugares inadecuados.

"M-maestro!" Seras gritó de alegría y felicidad. Alucard miro con furia, sus ojos rojos carmesí oscurecieron y la textura cambio. Él gruñó –Ella es mía. Mía y solo mía! Ella es mi incipiente así que mejor dejarla ir o te cortare pieza por pieza!-

El vampiro agitado lanzó a Seras al suelo. Antes de que él pudiera huir Alucard se movio frente a él y le atravesó con su mano el pecho del vampiro. El vampiro gritó en silencio antes de estallar en polvo.

-Maldito bastardo- Alucard escupió sobre el polvo y se dirigió hacia Seras buscando alguna herida en ella.

-Maestro- Seras gritó y corrió a sus brazos de su maestro. Alucard parpadeó antes de mir hacia abajo y sonrió. Podía oler el olor dulce balanceo encima de ella en las ondas. Iba a tener un montón de diversión con su incipiente antes le dio lo que el pensaba.