Ya en la sala me encuentro con una escena pesada, mi hermano mayor al parecer se había quedado dormido mientras trabajaba. Sobre unos papeles dormía placidamente con sus brazos como almohada.- Hey, despierta -le digo mientras lo sacudo.
Finalmente abre sus ojos y se levanta. De forma lenta mueve su mano hacia su cara para quitarse la hoja de papel que tenía pegada en el rostro. Intentando ignorar lo pasado y analizando bien su apariencia, le digo:
- Enserio, no deberías forzarte tanto, ya es la cuarta vez que te encuentro así, me pregunto si un día de estos no podré hacer que despiertes.
Cerrando sus ojos por un momento se voltea hacia la mesa y comienza a hacer algo con el papel en su mano.
Voltea rápidamente y me pega el papel en la cara, seguidamente pasa a decir entre gritos:- Vamos no seas un aguafiestas, solo me sentí un poco cansado así que decidí dormir por algunos minutos!!
- También te dije que cuando te sientas cansado vayas a tu cuarto o al menos a la sala - le replico mientras me quito el papel pegado en mi rostro. Había sido un dibujo grande de una cara sonriente de color rojo. "Esto es una especie de deja-vu", pienso.
- Vamos, vamos, ve a tu cuarto a cambiarte mientras yo preparo la cena - Eduard me dice sonriente mientras me empuja hacia las escaleras.
Estaba cansado, así que no discutí más ese tema. Ya en el segundo piso, entré a mi cuarto, me cambié a una ropa más cómoda y comencé con mis deberes escolares. No había mucho que pensar ese día, por lo que pude terminar rápido, pero....
- ¿Por qué estuviste tan hablador últimamente?
No hubo respuesta.
Normalmente ignoraría las travesuras de ese tipo, pero ha estado muy activo en los últimos días.
- "Sabes? La mente humana, se supone, está compuesta por millones de neuronas, pero..." - se detuvo por un momento antes de voltear a verme.
-"...yo no veo nada aquí dentro!!!!" - grita con una voz aguda y justo después comienza a reírse." Tal vez me estoy preocupando de nada", pienso, pero una vez mas...
-"Creo que deberías revisar eso, ¿No crees tu que tiene un ligero parecido?" -
Supe claramente a lo que se estaba refiriendo. Me dirigí hacia mi mochila y saque una pequeña caja de cartón de color, la puse en mi mesa y con cuidado saque lo que había adentro. Un collar simple pero elegante, una cinta color negro con ligeros rastros de brillo rojo y en el centro un adorno vistoso. Era una piedra preciosa con forma de diamante, no tenía color por ser transparente, pero tenía un ligero brillo azul y morado que lo hacían resaltar de un cristal normal. Katie al parecer me lo había comprado durante nuestra salida al Mall, me lo dio antes de irse y me dijo que lucía mejor en mi más que en ella.
Sinceramente yo nunca he sido de las personas que usan colgantes, piercings, o anillos, y aunque no los aborrezco, no es algo que yo acostumbre ponerme. Pero, parecía que ese collar no estaría del todo mal, sería irrespetuoso rechazar así un regalo...
-....eso es lo que la mayoría piensa... - dije antes de romper el lazo y sacar la piedra.Me dirigí hacia la esquina de mi habitación y, justo a lado del ropero, me agaché para sacar un pedazo del piso que estaba ligeramente inclinado. Dentro había unos cuantos cuadernos y hojas viejas, hice a un lado todo eso pero, antes de que pudiera deslizar la segunda base de madera...
-!Dani!!, ya está lista la cena! - con un grito fui detenido.
Volví a poner todo en su lugar y dejé el cristal sobre mi mesa antes de bajar. Durante la cena, le seguí insistiendo sobre su auto cuidado y sus horas de descanso, pero él solo acentia y sonreía mientras seguía comiendo. En algún momento sacó una carta y me la mostró diciendo:
- Mira nada más lo que llegó, creíste que no lo notaría, ¿verdad? -me dijo mientras sonreía y hacia girar su dedo en dirección mía.
Claramente sabía a lo que se estaba refiriendo. Nuestro año iba a hacer un viaje recreativo a una ciudad cercana y los estudiantes necesitaban permiso de sus apoderados o tutores legales para poder asistir, yo esperaba poder evitar eso, pero al parecer no fue posible.
- Deberías asistir, esta clase de actividades son muy buenas para jóvenes de tu edad, además estoy seguro que Katie, Ben y Lizbeth se sentirán mal si no vas -
- Pero esperaba poder avanzar con algunos trabajos y descansar durante el tiempo que dure el viaje - le dije
- No tienes que ocultarlo, tranquilo ya firme los papeles. Enserio, solo tenias que decírmelo! -
"pero lo que dije es verdad", me limito a pensar.***
Por alguna razón me sentía muy cansado, por lo que decidí solo descansar en mi cama. Entre pensamientos vanos, fije mi mirada en un cuadro, ahí había la foto de una casa de madera, dos pisos, ventanas grandes y un jardín bien cuidado, no había nadie en la foto, pero era obvio que ahí vivía una familia.
- Qué fue lo que pasó....
No importa qué haga, no puedo recordarlo. El momento del accidente, la vida antes de eso, incluso las personas se ven borrosas. Cierro mis ojos e intento recordar.
- !Dan¡, qué es lo que está pasando!.... - una chica joven se aferra a mi, está confundida; sé que es una amiga, siento que puedo recordar su nombre, por alguna razón quiero llorar y explicarle todo, pero no puedo, no puedo recordar ningún momento que pasara con ella o con los demás niños detrás de ella que parecen estar igual de confundidos y aterrados. En los ojos de ella no hay miedo, solo pena, y al borde del llanto me dice una cosa más...
- !Dime por qué¡...!yo______¡ - dice algo, pero sus palabras se pierden y no puedo escuchar nada. Abro mis ojos.
Descubrir qué fue lo que pasó en realidad y por qué, ese es mi objetivo antes de poder tener una vida de estudiante normal, en el transcurso tal vez también pueda librarme al fin de este extraño ser.
Antes de caer ante el sueño, escucho su voz...- ".... que bonito sueño, ya llega el viaje, puede que nuestra búsqueda halla conseguido un gran avance, además _______ - dice algo entre susurros, no puedo escucharlo -..... así que.... Que comience la carrera...
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Another · Me
Teen FictionÉl comenzó a reír, y me mostró otra vez esa sonrisa que veía tanto en mis pesadillas, pero mil veces más fría y espeluznante. Levantó el arma que hasta ahora había estado apuntando al piso, y, entre tambaleos y risas, se acercó a mi oído y susurró: ...