Enfoque

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Esta noche volví a ver una foto tuya, lucías hermosa, sonriente, viva, al mirar tus ojos mi inconsciente proyecto esas imágenes de donde tú y yo corríamos juntos, al mirar tus labios formando esa curvatura perfecta, no pude evitar sonreír, quizá no con la misma perfección, pero si con la misma alegría que tú, me encanta saber que te encuentras bien, al mirar, tu vestimenta y tu tez, mi corazón palpito muy fuerte, te vez esplendorosa... Todo eso fue a primera vista, al mirar una vez más tus ojos, me pude percatar que... Ya no tienen el mismo brillo, al mirar por segunda vez tus labios, pude percibir algo forzado, el juego de vestimenta con tu tez es perfecto, pero ese no era tu estilo... Al mirar por segunda vez, mis ojos se nublaron, me percate, que no pude hacerte cambiar de parecer ante los cuestionamientos que tenías acerca de los hombres, me di cuenta que fui uno o si no el que más te hirió, no quiero mirar cómo sería una foto más.

Esta noche se supone que te llamaría, para decirte que tratáramos una vez más de solucionar todo, que no pidieras el acta del divorcio, pero no quiero que sigas así, dejaré de ser egoísta. Mientras llama el móvil miro de reojo la fotografía de las vacaciones en Cancún, -Si diga- suena a través del móvil, suspiro, recuerdo la primera observación, parpadeo, se aviva el segundo enfoque y al mirar una vez mas de reojo la fotografía en Cancún, cuento mentalmente, 1...2...3...

Abogada, quiero proceder con el divorcio.

Días fríos pensamientos cálidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora