Un cielo nublado, para muchos es símbolo o motivo de tristeza y depresión, e inclusive de enfado, yo pertenezco al club de personas, que disfrutan más de este tipo de días que uno soleado, siempre he dicho que para mí son perfectos para reflexionar, acompañado de una taza de café, o con el hecho de observar el cielo y escuchar el crujir de las hojas al caminar; justo en este momento, apareció en mi mente un recuerdo de una vez opte por salir a dar un paseo por el vecindario, recuerdo que a lo lejos observaba un par de niños insultando a su mamá, ya que aunque se encontraban estrenando, no les gustaba el tono de su nueva bufanda y guantes, quede totalmente sorprendido, cuando detrás de ellos observe a un anciano, el cual se estaba calentando con el fuego que produjo dentro de un bote, el anciano saludaba y deseaba un buen día a la gente que pasaba junto a él. Al observar este contraste, sin reparo alguno, al anciano me acerque, le ofrecí una barra de chocolate que llevaba conmigo, el me agradeció con una sincera sonrisa y comenzamos a charlar. Fue entonces que me entere, que el dormía muy pocas horas por la noche, debido a que tenía que cuidar la llama del fuego; me comento que él tenía una casa hermosa, una familia esplendida en un pasado, pero que tras la muerte de su esposa, sus hijos lo habían abandonado, debido a que pensaban que él ya no quiso pagar más su tratamiento, pero la verdad era que, su mujer a quien amaba mucho, ya no quería estar dependiendo de medicamentos y maquinas que solo prolongaban lo inevitable por lo que le pidió que la liberara de ese sufrimiento, a lo cual el obedeció, pregunte si no les explico a sus hijos pero me dijo que ni siquiera le dieron tiempo. Se hizo un pequeño silencio, ambos nos concentramos en el fuego, segundos después volví la mirada al anciano, me sorprendí bastante al notar que estaba sonriendo y mi sorpresa se hizo mayor, cuando él miro al cielo y dijo un comentario hermoso acerca del clima, el anciano me miro y al percatarse de mi sorpresa me comento, que él sabía que un día sus hijos se enterarían de la situación y nuevamente se reunirían, y que aunque el ver a las familias que pasaban con preparativos de las fiestas navideñas en ocasiones si lo conmovían bastante, él en esas situaciones solo optaba por ponerse cómodo a disfrutar del calor y mirar del clima, encontrando figuras en las nubes como hacía con su esposa, a mirar el cambio repentino que el clima traía como hacía con su esposa, a mirar la magia y sonrisa de los niños que traía consigo esta época, a disfrutar de la compañía que le hacían las mariposas, ya que eran el claro ejemplo de que aunque a veces todo pareciera estar perdido, hay algo más en el interior, que en climas duros, solo debemos de mantener la calma, que esta temporada es más que bella, me comento que su esposa y él eran fanáticos de un día gris, así que no encontraba motivo para ponerse triste, que como cualquier otro fanático, le daba a un día frío, un pensamiento cálido.
Recuerdo, que solo fui capaz de sonreír, desearle un buen día. En ese día visite a mi familia, los abrace y olvide los últimos días de discusión que habíamos tenido, plante nueva cara y deje que los buenos recuerdos gobernaran, generando nuevos anécdotas en tiempo presente, para en un futuro, sonreír de lo bien que la pasamos.
Después de esa ocasión, todos los días a las 7 am, al salir a correr llevaba conmigo un vaso térmico con chocolate y alimentos para el anciano, conversábamos, pasábamos un buen rato y seguía con mis actividades.
Un 24 de Diciembre, llevaba un obsequio para el anciano, mi sorpresa fue encontrar en su lugar a una chica de tez blanca parada a lado del bote, mire que a un par de metros se encontraba una camioneta, camine en su dirección con cautela e intriga, al estar casi frente a ella pronuncio mi nombre, esto hizo que mi rostro hiciera notorio la intriga que sentía, ella sonrío y me comento que era la hija del anciano con el que yo conversaba todas las mañanas, me comento que el había vuelto a casa la noche anterior, la chica rompió en llanto por unos segundos informándome de lo mal que se sentían por cada acción, que temían ella y su hermano que su papá les guardara un rencor, tras escuchar eso, le comente lo que el anciano me platicaba, una sonrisa apareció en su rostro, la tranquilidad también, sin más me dejo una carta de mi amigo, quise entregarle el obsequio que tenía para él pero no lo acepto, me dijo que se lo diera personalmente a él esa misma noche, me entrego una dirección y se marchó.
Camine de vuelta a mi hogar, destape el chocolate que llevaba para mi amigo, y comencé a beberlo mientras leía su carta:
"Hola querido amigo, quiero informarte que mis hijos se han enterado de la situación, como predije que pasaría, he vuelto a casa amigo mío, todo está como lo recordaba, debo de aceptar que el hecho de ver a mis hijos y volver a casa me puso melancólico, me conmovió tanto el regresar, pero ahora que recobre la calma te escribo para invitarte a una navidad con mi familia, después de todo estoy agradecido por todo lo que hiciste por mí, y quiero informarte que siempre contaras conmigo, aun si un día llego a faltar amigo mío, mira el cielo, cierra los ojos y ayudare a que obtengas una respuesta, por cierto, jamás abandones tus sueños, lucha por tus ideales, se optimista y lo que quieras que ocurra, deséalo con todo el corazón y veras que ocurrirá, cuando encuentres lo que de verdad amas hacer, apuesta por ello y recuerda, ayuda a cuantos puedas, obvio no será a todo mundo ya que no somos personas con poderes o algo parecido, e igual muchos no se quieren ser salvados de sí mismos, así que ayuda a quien puedas ayudar, ya sea con una sonrisa, o un buen mensaje, sin más te espero esta noche en la dirección que mi hija Claudia te dará, te quiero amigo, un fuerte abrazo y recuerda, si tus días de reflexión son los días fríos, aprovéchalos en su totalidad, pero de manera positiva, recuerda que hasta en el día mas nublado los rayos del sol se dejan ver, en un día frío, calienta tu alma y todo tu ser, con pensamientos cálidos.
Pd. A un mal tiempo, un buen pensamiento."
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Días fríos pensamientos cálidos
RomantikEn más de una ocasión, hemos escuchado que el amor y desamor van tan de la mano que quienes se atrevan a demostrar lo que sienten son muy valientes o estúpidos, mi humilde opinión ante esta situación es que, la vida es para disfrutar, reír e igual p...