Había una vez una chica muy sensible, en su mente vagaban pensamientos inaudibles, se sentía incomprendida devastada, malos pensamiento y emociones acumulaba, al llegar a su salón de inmediato se notaba, la chica que siempre permanecía sentada, de repente todo cambio su ambiente, se encontró con una mirada diferente y una mente totalmente desconocida, esto cambiaria para siempre sus vidas, una mente suicida y una llena de alternativas, optimismo, contra pesimismo se batirían, vida: muerte, quien elegiría. Una tarde, sale de su aula, él se percata, sale a rescatarla, una sombra llena de rencor con problemas de autoestima, le estaba arrebatando poco a poco su vida, envuelta en llanto se sienta en el suelo, alguien toca su hombro, ofrece un pañuelo, le dice tranquila, no te mata el momento, te matan los recuerdos, entiendo que lo amas, que lo extrañas, pero es un tipo lleno de patrañas, si no fuese así no estarías llorando, ella contesta: -Acaso crees que no lo he notado si es bastante evidente, que ya no quiere ser más mi novio-. Él la mira y suelta una sonrisa, -Entonces conozcamos el amor propio, riamos a la vida, que esta vida es de los locos,- sonríe. Al fin encuentra un confidente, una amistad honesta, una persona discreta, alguien que la quiere de verdad, alguien que entre conversaciones le dio su lugar, se hicieron grandes amigos, compartieron madrugadas y escritos, todo el tiempo estaban juntos, se cambiaron de nombres, crearon su mundo, cuando él estaba mal... ella lo escuchaba, cuando ella lloraba... él la abrazaba, unieron tanto sus almas, que esa chispa que ardía en su interior, termino por provocar un incendio, ambos en un paseo muy normal por el parque, en una noche inigualable, donde las estrellas lucían muy gigantes, los chicos en la búsqueda de figuras en ellas, rozaron sus manos, unieron sus huellas, se miraron a los ojos, se hizo un silencio, poco a poco hicieron recorrido por sus rostros, se acercaron la distancia entre ambos era mínima, casi nula, se besaron, después de un momento, sus ojos de ella reflejan tristeza, él no supo reaccionar, a él le agrado ese beso, ella al parecer lo aborreció; si eres el apoyo y mezclas emociones, el rechazo es el precio. Comienzan a caminar hasta su hogar, suena su celular, -Hola ¿cómo estás?, no, yo te quiero: yo te quiero más.- Él se queda desconcertado, cuelga la llamada, lo mira apenada, entre nosotros no ha pasado nada, discuten al respecto, justo en ese momento cambiaron de lugares, aunque él era discreto.
Dejaron de verse por un largo tiempo, la chica tuvo un romance el cual estaba lleno de discusiones y reclamos, un ser controlador, que no aceptaba amigos ni hermanos, cierto día, mientras caminaba de la mano de aquel sujeto, miro dos rostros contentos, dos niños inocentes, jugando y apostando a estar siempre el uno para el otro, una canción sonó al fondo, era aquel género que su amigo escuchaba, recordó parte de sus palabras, volvió la mirada...
-Oye, contigo ya no quiero nada, no diré mas, adiós.-
Se marchó, en busca de su amigo, al llegar a su casa, toco la puerta, se llevó la sorpresa de que esta, ya no era más su casa, pregunto a los vecinos nadie supo decirle de su amigo, fue entonces que recordó que tenía un primo muy allegado, que una vez visitaron.
Al llegar con su primo, le dijo que la llevaría a donde estaba su amigo, tras un viaje de diez minutos, a ella se le congelo el corazón, el lugar era un panteón, miro a su primo, el tenia lágrimas en los ojos, llegaron frente a su tumba y en su epitafio estaba, una frase que dejo en una nota.
"Vuela alto, cada vez que te inspire algo y eleves tus sueños al cielo, yo acariciare tu pelo"
Pregunto el motivo, su primo dijo:
-Nadie conoce la razón los vecinos decían que siempre fue el chico alegre, el soñador, sin vicios, el inspirador, pero clinicamente dijeron que solo fue un ataque al corazón.-
En ese momento, el cielo se nublo, una pequeña brisa desato, y el viento el cabello de aquella chica resopló.
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Días fríos pensamientos cálidos
RomanceEn más de una ocasión, hemos escuchado que el amor y desamor van tan de la mano que quienes se atrevan a demostrar lo que sienten son muy valientes o estúpidos, mi humilde opinión ante esta situación es que, la vida es para disfrutar, reír e igual p...