Tras una jornada de 8 horas Carlos y Brenda salieron de la preparatoria, como era costumbre Carlos espero a Brenda en la salida, pero al llegar ella a su lado, lo noto extraño.
-¿Qué ocurre?- pregunto Brenda
-Nada- se limitó a responder
Normalmente ambos hablaban de como había sido su día pero esta vez Brenda fue la única que compartió lo ocurrido. Carlos se mantuvo serio en todo el transcurso. Al llegar a casa, sus padres Martín y Mariana los esperaban con la mesa puesta. Se reunieron todos a disfrutar de los alimentos calientes, como de costumbre Martín hablaba del nuevo proyecto que tenía en mente, Mariana de lo que ocurría en su empresa y Brenda ponía los comentarios graciosos en ambos casos, todo era risa hasta que Carlos, levanto la voz y dijo que hace unos meses estaba saliendo con una chica pero esta relación había terminado, se hizo un silencio y en cuanto Martín quiso darle unas palabras, soltó en llanto, se retiró de la mesa y subió a su habitación. Tras un minuto de silencio, Martín dejo su plato y fue tras Carlos, Brenda quien amaba a su hermano subió tras él.
Al llegar al segundo piso se percataron que la puerta estaba cerrada y Carlos se negó a abrirla.
Sin más por hacer, le dieron su espacio, ya que siempre necesitamos de la soledad para afrontar y reparar estas heridas.
Pasaron las horas, llego la noche, Brenda y sus padres degustaban de un chocolate en medio de la sala mientras conversaban de las reformas de salud del país.
-Hola- interrumpió Carlos, perdona que no haya querido charlar contigo, pero es que necesitaba desahogarlo-
-No te preocupes hijo, comprendo, a decir verdad te estábamos esperando, creo que nunca hemos hablado acerca de este tipo de situaciones, que tendrán que experimentar y quería leerles un cuento, como cuando eran niños.-
Carlos sonrió mientras se acomodaba en el sofá a lado de su hermana, Mariana le extendió una taza de chocolate a Carlos y se sentó a un lado de sus hijos.
Martín, tomo un libro que tenía preparado en la mesa de centro, un libro de pasta delgada y roja con el título "Mi mundo" escrito en letras doradas.
-Recuerdo ese libro- dijo Carlos mientras fruncía el ceño.
-Si yo también lo recuerdo- agrego Brenda, -Cuando éramos menores no querías leerlo - continuo.
-Lo se chicos, esperaba el momento apropiado y creo que este es el momento- dijo en su defensa Martín, la sala se llenó de risas, Martín carraspeo la garganta iniciando así la lectura:
"Dicen que las historias de amor con final feliz, no existen, que son pura fantasía, pero yo creo que todos aquellos creadores de cuentos, en una musa, en una vivencia se tuvieron que inspirar, porque nadie puede hablar de lo que no ha vivido, serian solo letras sin sentido, mi madre me comentaba de escritores que eran bastante lúgubres y a mí siempre me surgían un par de preguntas, ¿Cómo abra sido su experiencia en el amor que jamás se atrevieron a intentarlo de nuevo?, ¿Por qué se dieron por vencido tan rápido?, ¿Por qué se negaron la magia de enamorarse una vez más?, esas preguntas siempre navegaban mi cabeza cada vez que mi madre me comentaba acerca de los cuentos y lecturas de esos autores, a decir verdad un sentimiento de tristeza aparecía, debido al hecho de pensar de que si alguien invirtió su vida en odiar al amor y el dolor fue tanto que no se dio más oportunidad, sin aprender que todo es efímero y transitorio, su vida la dio por perdida desde ese momento, de forma en que permaneció atado a una emoción sin dar oportunidad a las demás, viviendo quizá engañado consigo mismo.
Cuando rompieron por primera vez mi corazón, comprendí algunos de esos textos pero mi madre y mi amiga Karina me enseñaron a dejar marchar las cosas de forma positiva abriendo paso a nuevas experiencias, viviendo el momento pensando con intriga que traerá el mañana. Y esa actitud me trajo lo mejor de mi vida.
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Días fríos pensamientos cálidos
RomanceEn más de una ocasión, hemos escuchado que el amor y desamor van tan de la mano que quienes se atrevan a demostrar lo que sienten son muy valientes o estúpidos, mi humilde opinión ante esta situación es que, la vida es para disfrutar, reír e igual p...