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"Desde que te vi,
Todo es tan distinto para mí,
Porque tu corazón vivirá siempre en mí."

Generalmente, la gente enamorada dice, hace y promete cosas tontas; ciegos por lo que llamamos "amor". Pero no, la gente no promete por amor; simplemente sienten que aman y no es así. ¿Sabes lo que es amar? No me refiero al amor que sientes por tu familia o tus amigos, hablo de amar a una persona que no deseas tener como amigo, pero sí como para pasar el resto de tu vida junto a ella, de tener algo que siempre se nos muestra en las películas y los libros románticos, algo que al final, nunca termina igual para todos.

Nunca he creído que, para amar a una persona, pero amarla con todo tu ser, tienes que ser maduro y haber pasado por personas o sucesos. Mis padres se enamoraron cuando mi padre tenía 15 y ella 19. Mi padre sabía que la amaba y ya. Yo, tuve muchos enamoramientos, pero nunca nadie me había golpeado tan fuerte como ella.

La recuerdo bien; yo tenía 23 años y cursaba mi cuarto año de medicina, estaba en el campus sentada mientras leía. Su cabello lacio y castaño bailaba con el viento, su tez blanca, sus labios rojos y sus ojos miel. Su nariz era recta y perfecta, justo como ella. Sin yo ordenarlo, caminé hasta ella con cierto miedo, pero decisión.

"Hola" saludé con voz torpe y las manos sudándome, ella levantó la vista. "Soy Kim Jaeshi"

"Hola" contestó de forma amable y me sonrió, una sonrisa dulce y especial. "Soy Kim Nayoung."

"¿Eres Kim también?" hice un intento de broma, tonta, pero ella asintió, sonriendo otra vez. "Una enorme coincidencia."

"Oh, vamos, no lo digas como si nuestro apellido no fuese común."

No sé qué fue ese revuelo de emociones en mi interior, no sé porque me sentía cómodo a su lado sintiendo una paz tan grande y una alegría inmensa aún sin conocerla, aún si era la primera vez que la veía. Nayoung estaba estudiando Diseño de Interiores y se vio muy interesada cuando mencioné mi carrera, preguntó cuánto me gustaba mi carrera.

Mi carrera, al igual que a ella, me encantaba. La amaba.

Creo que lo que más me gustaba de Nayoung era que con ella la conversación fluía sin problemas, teníamos química y nunca debíamos sobre forzarnos para mantener viva la relación. Por ello, nos volvimos novios, pero en secreto pues ella provenía de una familia poderosa y, lo más seguro, era que la comprometieran con quien les complaciera. Sin embargo, no pude detenerme y quise más de ella. Comencé a soñar que ella era mi esposa, que teníamos hijos y éramos felices.

Tonto de mí.

"¿Nayoung?" estaba frente a mi departamento, con las mejillas empapadas. "¿Qué pasó?"

"Yo no quería ser tu novia, no me gustabas de esa forma, pero insististe tanto" me quedé helado ante esa confesión con su voz rota, con su mirada conectada a la mía sin dudar. "Y ahora, no puedo borrarte de mi mente, te extraño cuando no estás, y te necesito tanto" ella lloró más, como si estar enamorado de mí fuese un enorme problema. "Me he enamorado de ti, tonto."

En ese momento creí que era felicidad, pero no, era alegría. La felicidad es más prolongada, y la alegría que yo sentí venía y se iba cuando Nayoung quería.

Resulta que mi padre, conocía al padre de Nayoung, y en una caída que tuvo el señor Kim en sus escaleras, mi padre me dijo que debía ir a verlo solo para asegurarme que todo estuviese bien y no necesitara ayuda urgentemente. Llegué yo antes que el verdadero doctor y me quedé de piedra al encontrar a Nayoung.

Siendo tomada de la cintura por otro hombre.

Alguien que tenía la mirada gris, misteriosa y llena de maldad. Cuando mis ojos se encontraron con los de ella supe que había ocurrido lo que tanto temía: estaba comprometida. Y no conmigo.

Si alguien nos creyera. (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora