De recuerdos enfermos y shipps accidentales

Dream

Tenía los dientes jodidos, como Craig.
Tenía un cabello alborotado, como Kyle.
Y una personalidad que lo hacía irresistible, como siempre había querido él.

Aunque Butters no se diera cuenta, él lo miraba la mayor parte del día. Hace meses que se había confesado y Butters no lo habia pensado.

Bradley entendió el mal momento en el cuál habló, más ahora no se mantendría completamente callado.

Su cabello era rizado,sano y suave. Butters amaba peinarlo y Bradley amaba que él lo hiciera. Sus dientes estaban jodidos y halló un tratamiento dental simultáneamente que Butters, sin que él supiese, se apoyaban mutuamente.

Butters lo veía tiritar y le abrazaba de manera reconfortante. Bradley veía a Butters tronarse mucho sus nudillos y delicadamente tomaba sus manos y empezaba a masajearlas, calmando a Butters.

Butters era bi-curioso por él.
Bradley había podido aceptar su sexualidad gracias a él.

Crecían como una amistad sólida, aunque bastante secreta. Bradley no asistía a su mismo colegio, iba a un colegio de monjas en el cuál era el satánico gay. A veces Butters se fugaba para saludarlo, llegaba con un chico de capucha naranja que no se le entendía demasiado lo que hablaba.

Finalmente pasó el primer año y con obvio planes de celebrarlo Bradley invitó a Butters a su casa. Sus padres mostraron especial cariño y comprensión con el rubio. Adentrándose en la gran casa se dirigió al cuarto de Bradley, pero no podía abrir la puerta.

El sonido de un ukelele detrás de la pared hacia que su corazón latiese como loco. Butters estaba ahí, Bradley lo sabía, pero ¿Quién daría el primer paso?

"Eres un girasol, tu ojos son tan hermosos que él sol se queda pendejo frente a semejantes ojos bellos

Tú, tienes algo que me inspira a amar, eres la calma que necesitaba, la paz. ¿Es egoísta querer que estés siempre en mi vida?

Lentamente Bradley abrió la puerta y exclamó:

-¡Touche!

Y sin perder su musicalidad se arrodilló frente a Butters y continuó.

Tú, tienes algo que nadie más.
Butters te prometo que sólo te voy a amar.
Si me dejas hacerlo
¿Puedo hacerlo?

Con el corazón en la mano Butters contestó.

-Puedes

El rubio se tiró al cuello de Bradley en un fuerte abrazo. Calleron al suelo de la habitación y comenzaron a reír.

Tristemente el golpe fue tan fuerte que Bradley se despertó, se volvió a despertar en aquella cama sucia con un nuevo compañero colgado al lado en un aburrido campamento y sin Butters. Como siempre había sido.

Bueno, al menos fue un lindo sueño, igual que todos los otros.