Welcome To The Apocalypse// Michael Langdon. #AntiChristAwards2018

Capítulo cuatro: SONRISAS MACABRAS.

No había ninguna noción del tiempo. Nadie en el búnker sabía que pasaba, ni que día y mucho menos que hora era. Mara por otra parte se estaba volviendo demente y todo por culpa de Michael. Quién la enloquecia cada vez mas.

—Hola amor — Michael sonrió.

—Hola— Mara rodó los ojos

—¿Que sucede por que me miras así?—

—No quiero hablar contigo..... después de lo que paso—.

—No fue nada. Sólo me enojé un poco, pero disculpa no vuelve a pasar lo prometo—.

—Lo siento yo, pero no quiero que te me acerqués más. Alejate de mi—.

—Pero......—

—Olvidalo Michael. No quiero hablar contigo nunca más— se alejó.

Mara estaba decidida se iría del lugar no importaba si moría fuera o no. Preferiría mil veces ser devorada por los monstruos de afuera que estar con el un minuto mas.

Mara corrió hacía la puerta. Lo haría, estaba decidida par irse del lugar. No soportaba más a Michael.

—No te irás—. Michael hizo que la puerta ardiera en llamas.

—¿Por que haces éso? Déjame ir no soy de tu propiedad—.

—Lo eres..... desde el momento en que entraste aqui eres mia, y harás lo que yo te diga— la miró fijamente.

—¡Imbécil!— Grito Gallant. —Deja a Mara si no me quieres conocer—.

—¿Y tu quién rayos te creés para amenazarmé? Sólo eres un estúpido que se creé el defensor de Mara pero no es asi, no puedes hacer nada contra mi—.

—Tranquilo Michael. Gallant sólo dice estupideces— lo miró mal. —Está bien—

—Lárgate de mi presencia si no quieres que te asesine—.

Gallant suspiró y se marchó.

—¿Que buscas de mi? Acaso no te enfadas de hacerme la vida imposible—

—¿Hacerte la vida imposible? Amor sólo  quiero hacer lo mejor para ti, quiero que tu seas la reina del lugar— sonrio.

—Deberías alejarte de mi....—

Río. —¿Y por que debería de hacerlo? Se acerco a ella—.

—Sólo deja de molestar que ya no te soport......— Mara cayó en los pies de Michael.

Despertó en una habitacion oscura sin algún tipo de luz.

—¿Ayuda? Quiero irme de aquí— grito.

—Hola preciosa— Michael acarició su mejilla.

—¿Que es lo que quieres de mi?— Pregunto.
—No quiero estar aquí nunca más—

Río un poco. —Tu no puedes decidir sobre lo que haré contigo—. Encendió la luz.

—Al menos desatame, las cuerdas lastiman mis manos— se quejó.

—Sólo con una condición....—

—¿Cuál?—

Sonrió macabro. —Que seas mi ayudante. La mano derecha del diablo—.

Mara fruncio el ceño.

—¡No quiero! Sólo déjame ir—

—Nunca— rodó los ojos y en cuestión de segundo todo comenzo a oscurecer. Se escucharon algunos truenos y relámpagos. Mara estaba muy asustada, sólo quería salir corriendo pero las cuerdas en sus manos se lo impedían.